Representantes de la cadena de valor del sector de productos del mar, incluyendo el primario, la industria de transformación y la comercialización, han mantenido este martes una reunión con el director general de Consumo, Daniel Arribas, en la que se trasladaron la necesidad de que la autoridad competente vigile que el etiquetado de los productos plant-based cumpla con la normativa vigente.
A dicho encuentro asistió José Manuel Beltrán, experto en pesca extractiva; Luis García, experto en seguridad alimentaria, en nombre de la industria de transformación y María Luisa Álvarez, experta en comercialización. En la reunión, los tres representantes del sector mostraron ejemplos de etiquetados que, a juicio de las organizaciones, no cumplen con la legislación vigente, a través del uso de denominaciones de fantasía (ejemplo ficticio, “Sabores del Mar”) o de pictogramas que hacen referencia a ingredientes no incluidos, entre otras cuestiones.
El sector ha podido corroborar gracias a un estudio independiente que el consumidor se siente confuso con el etiquetado de los alimentos plantbased. Así, el informe “Power of Plant Based Alternative Foods and Beverages 2023” elaborado por Nielsen, el único a nivel internacional que analiza el comportamiento del consumidor ante estos productos, señala que el 54% de los consumidores encuestados reconoce que tiene dificultades para diferenciar los productos procesados plant-based de la proteína animal en el lineal del supermercado. Además, el 58% admite que invierte algo o mucho tiempo en analizar el envase.
El sector recordó también en la reunión que las recomendaciones nutricionales de la AESAN establecen una pauta de consumo de pescado de al menos tres raciones a la semana, criterio similar al de otros países de la Unión Europea como Francia o Suecia, si bien las autoridades sanitarias de Portugal elevan incluso esta cifra a entre 4 y 7 raciones semanales.
Por ello, incidieron en la necesidad de que “se redoblen esfuerzos en vigilar estos productos para que cumplan con la normativa vigente y se pueda garantizar que el consumidor disponga de información clara, veraz, rigurosa y precisa”.