Kimberly-Clark ha registrado entre enero y marzo un incremento del beneficio neto atribuido de 660 millones de dólares, lo que supone un incremento del 45,3% respecto al mismo trimestre del año anterior, gracias al incremento de las ventas de productos como el papel higiénico Scottex y los pañuelos Kleenex.
En concreto, la compañía ha obtenido unas ventas netas de 5.009 millones de dólares, un 8,1% más en el mismo periodo de 2019. En términos orgánicos el incremento fue del 11%.
Por segmentos, la facturación del negocio de cuidado personal aumentó un 6% hasta los 2.422 millones de dólares, mientras que en la división de papel tisú subió un 13% hasta los 1.723 millones de dólares y el segmento profesional K-C creció un 4% hasta los 848 millones de dólares.
Según ha destacado el presidente y consejero delegado de Kimberly-Clark, Mike Hsu, «una combinación de una mayor demanda de los consumidores por nuestros productos y una fuerte ejecución por parte de nuestros equipos se refleja en los resultados del primer trimestre. Aumentamos las inversiones en nuestro negocio y nuestras posiciones en el mercado siguen siendo en general saludables. Además, generamos un flujo de caja muy fuerte y fortaleció aún más nuestro balance al ejecutar dos transacciones de deuda a largo plazo en el trimestre”.
“Dada la falta de visibilidad e incertidumbre sobre la pandemia y sus posibles efectos en la economía global y nuestro negocio, hemos suspendido temporalmente nuestras previsiones de cara al futuro. Esperamos que reanudemos la orientación cuando el entorno se estabilice y podamos proporcionar una imagen clara de nuestras expectativas. Como siempre, estamos administrando prudentemente nuestro negocio a corto plazo mientras nos mantenemos enfocados en la salud a largo plazo de nuestra empresa», ha añadido.