Kellanova, parte de la antigua Kellogg, ha cerrado el año 2023 con unas ventas netas de 13.122 millones de dólares, lo que supone un incremento del 3,7% respecto al año anterior, según ha informado en un comunicado en el que destaca que las ventas orgánicas han crecido un 8,3%.
Estas cifras son resultado de un mix positivo de precio en las cuatro regiones donde opera (Europa, Norteamérica, Latinoamérica y Asia, Oriente Medio y África), que ha compensado el impacto adverso de la conversión de divisa, la elasticidad del volumen y la desinversión de su negocio en Rusia, ha señalado la firma.
De este modo, el beneficio operativo de Kellanova se ha incrementado un 24,3% interanual, hasta los 1.505 millones de dólares.
Por zonas geográficas, las ventas en Europa crecieron un 8%, mientras que en Norteamérica aumentaron un 4% y en Latinoamérica un 16%. En el caso de Asia, Oriente Medio y África, por el contrario, se han reducido un 5%.
Respecto al cuarto trimestre del año, los ingresos aumentaron un 0,3% en comparación con el mismo periodo del pasado año, situándose en 3.174 millones de dólares, mientras que el beneficio neto atribuido ha ascendido a 27 millones de dólares, frente a las pérdidas de 99 millones de dólares registradas un año antes.
Según ha explicado Steve Cahillane, presidente y director ejecutivo de Kellanova, «ejecutar la escisión y al mismo tiempo ofrecer resultados sólidos en medio de condiciones industriales desafiantes es un testimonio de la dedicación y el enfoque de nuestros empleados»,. «Hemos entrado en la era Kellanova con una cartera más orientada al crecimiento, una estrategia más afinada y márgenes de beneficio más altos. Y financieramente, hemos logrado nuestro primer trimestre de manera sólida, con flexibilidad financiera y un plan para 2024 que se espera que se mantenga constante entrega de nuestro nuevo algoritmo financiero a largo plazo».