El grupo cervecero Heineken ha registrado en el primer semestre del año un beneficio neto atribuible de 936 millones de euros, lo que supone un descenso del 1,4% respecto a los seis primeros meses del pasado año.
Según ha destacado la compañía holandesa en un comunicado, este retroceso en sus ganancias tiene como origen los mayores costes. Así, los gastos de Heineken en la primera mitad del ejercicio alcanzaron los 9.873 millones de euros, un 5,4% más que en el mismo periodo del 2018.
En cuanto a la facturación, las ventas ascendieron a 13.597 millones de euros, un 5,9% más que en el mismo periodo del 2018.
Por regiones, en Europa los ingresos se elevaron un 11,4% hasta los 6.396 millones, mientras que en América crecieron un 8,8% hasta los 3.640 millones y en Asia Pacífico se dispararon un 13% hasta los 1.950 millones.
Tal y como ha señalado Jean-François van Boxmeer, presidente y CEO de la cervecera, «el rendimiento de primera línea fue nuevamente sólido en la primera mitad de 2019, con un crecimiento orgánico de los ingresos netos en todas las regiones y un crecimiento de dos dígitos en Asia Pacífico, África, Medio Oriente y Europa del Este. Los ingresos por hectolitro aumentaron un 3%, mientras que el crecimiento en el segundo trimestre se vio afectado negativamente por el clima en Europa y la Copa del Mundo en comparación con el año pasado. La marca Heineken creció un 6,9%, con Heineken 0.0 ahora disponible ya en 51 mercados”.