Galletas Gullón ha sido la primera compañía en el sector en recibir un sello en materia de protección alimentaria por el Covid-19 ya que la empresa certificadora Acerta ha validado el plan de contingencia implementado por la compañía para aislar a la industria del coronavirus, asegurar la salud y protección de sus empleados y garantizar el abastecimiento de la población.
Según ha explicado la compañía, para responder a las exigencias de confianza de consumidores, empresas y de plataformas de distribución, las medidas preventivas establecidas por Galletas Gullón, y que han sido auditadas, le han permitido “mantener seguras sus fábricas y sus procesos de producción obteniendo este sello de prevención con respecto al Covid-19”.
El Certificado Covid-19 Prevention/Food ratifica el protocolo de prevención ante el Covid-19 llevado a cabo por la compañía en base a las directrices y recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, la Comisión Europea y el Ministerio de Sanidad de España, entre otros.
“En Galletas Gullón hemos afrontado la situación provocada por el Covid-19 con el objetivo puesto en aislar a nuestras fábricas del coronavirus y asegurar la salud y protección de nuestros trabajadores para garantizar la producción y abastecimiento de toda la población”, asegura Juan Miguel Martínez Gabaldón, director general y consejero delegado de Galletas Gullón. “Ahora más que nunca es necesario ser un baluarte de confianza tal y como nos piden distribuidores y ciudadanos y a través de este certificado nos volvemos a poner a la cabeza del sector galletero en materia de seguridad alimentaria”, añade.
Entre las medidas concretas del Plan de Contingencia que comenzaron a implementarse una semana antes de la declaración del Estado de Alarma, se encuentran el control de temperatura a los trabajadores en el acceso a sus plantas, la desinfección de zonas de riesgo como zonas comunes, incluyendo la ozonización y nebulización de las mismas, la separación de puestos de trabajo en planta y oficinas a través de separaciones físicas de todo tipo como mamparas, etc., la implantación de importantes medidas organizativas de control de visitas y de servicios externos no esenciales, así como del personal interno para aumentar la separación física mínima de las personas en accesos, zonas comunes y en el propio puesto a través del fomento del teletrabajo, la escalada de turnos de trabajo entre otras, la distribución de más de 90.000 mascarillas homologadas y de pantallas faciales y gafas de protección (de uso obligatorio e intensivo), así como garantizar el acceso a geles hidroalcohólicos de desinfección de manos en todos los puestos y para todos los empleados.