La Federación de Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) ha señalado que el impacto del Covid-19 en este sector “romperá seis año consecutivos de crecimientos”. Así, ha estimado que la caída en la producción del sector alcanzará el 3,8% en el escenario más optimista, es decir, si no se produce un rebrote del virus y será de un 8% si esta situación llega a darse.
En concreto, la cifra de producción pasaría de los 119.224 millones de euros registrada en 2019 a 114.748 millones en el primer escenario y a 109.708 millones en el segundo, un volumen inferior al registrado en 2016, según ha destacado el director general de FIAB, Mauricio García de Quevedo, que explica este descenso debido a al cierre del canal horeca y del turismo, así como la incertidumbre que aún existe sobre su progresiva recuperación. A este respecto, García de Quevedo ha recordado que el consumo de productos alimentarios fuera del hogar supone un tercio del total.
Así, según ha detallado Fernando Miranda, secretario general de Agricultura y Alimentación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, durante la presentación telemática del Informe Económico del sector de 2019, “la principal afectación del Covid-19 a la industria agroalimentaria viene del canal de hostelería fuera del hogar, que está plenamente relacionado con el cierre del turismo. La alimentación en España supone 103.000 millones de euros, de los que 35.000 millones proceden del turismo, que se ha cerrado y que queremos empezar a recuperar”.
A ello hay que sumar también un descenso en el ritmo exportador, ya que las ventas fuera de España, que han sido uno de los ejes que impulsaron al sector en los últimos años, sufrirán un retroceso del 6% interanual en el primer escenario, mientras que en el segundo el golpe sería del 11,3%.
Por último, respecto al empleo, el director general de FIAB ha señalado que la crisis originada por el coronavirus afectará, por primera vez en seis años, hasta a 23.000 puestos de trabajo (teniendo en cuenta empleos directos, indirectos e inducidos). En concreto, ha previsto que en un escenario sin rebrote la caída interanual sería de 4.000 trabajos, mientras que si se produce eta situación la cifra se elevaría a los 11.000 empleos.
Para paliar al máximo estas cifras, García de Quevedo ha insistido en la necesidad de, entre otras medidas, «desestimar incrementos de impuestos, desarrollar una campaña de promoción que fomente el turismo, la eliminación de aranceles adicionales a los productos agroalimentarios impuestos por EEUU, promover la unidad de mercado y evitar regulaciones autonómicas que resten competitividad».