Fedepesca, la patronal de pescaderías españolas, ha realizado una estimación según la cual la eliminación del IVA de los productos pesqueros supondría, al menos, un aumento del consumo de 100 millones de kilogramos.
La organización recuerda que los datos apuntan a que se han perdido ocho kilogramos de consumo, por persona y año, en los hogares españoles, en diez años. Esto hace un total de aproximadamente de casi 380 millones de kilos de productos pesqueros menos consumidos en nuestro país.
“El impacto en las arcas del estado de eliminar el IVA de los productos pesquero sería en torno a 886 millones de euros, que podrían destinarse a dejar disponible este dinero para que los españoles pudieran adquirir casi 89 millones más de kilos de productos pesqueros al año, productos que la comunidad científica coinciden en señalar como básicos para llevar una dieta saludable”, señala Fedepesca, que ha realizado estos cálculos a partir de los datos de consumo de productos pesqueros en hogares del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para el año 2022.
“Esta medida, además de dejar mayor renta disponible a los españoles para poder adquirir más kilos de pescado, lanzaría un potente mensaje de compromiso con la dieta saludable y promocionaría automáticamente el consumo de los productos a tipo 0%, por lo que el impacto en el volumen de productos pesqueros podría ser aún mayor”, añade.
Recuerdan desde Fedepesca que, el consumo de productos pesqueros que se pierde en los hogares no se desplaza a consumo fuera de los hogares, pues solamente se consumieron 4,24 kilos de productos pesqueros por persona y año en el canal Horeca en el año 2022. También se apunta al extraordinario comportamiento antiinflacionista de los productos pesqueros en la crisis de costes que se está viviendo, con subidas de precios muy por debajo de la del resto de los alimentos.
“Con la eliminación del IVA de los productos pesqueros se ayudaría a todos los españoles a mejorar la dieta y a permitirse alimentos saludables y sostenibles, apostando por la prevención de enfermedades crónicas relacionadas con una mala alimentación al tiempo que se mejoraría la calidad de vida de las comunidades altamente dependientes de la pesca y de la acuicultura en España”, concluye esta organización.