Julio Faustino Martínez, ha fallecido este viernes en Pamplona a la edad de 87 años, después de una larga enfermedad, según ha informado Bodegas Faustino en un comunicado en el que destaca que “con su dedicación y esfuerzo consolidó el grupo como una empresa líder del sector del vino en España siendo hoy una gran bodega de Rioja”.
Julio Faustino nació en Oyón, el 1 de octubre de 1933, hijo único del bodeguero Faustino Martínez de cuya mano conoció viñas, uvas y vinos, secretos, pasiones y esperanzas que convirtió en su modo de vida. En 1957, ya casado con María Pilar Zabala, toma las riendas del negocio familiar Bodegas Faustino Martínez y en 1960 comienza su andadura en exportación amparado en la hoy conocida marca Faustino. Cincuenta años después Faustino I está presente en más de 140 países y es el Gran Reserva de Rioja más vendido en el mundo.
Hombre audaz y emprendedor, “y poco ahorrador” según él, no tuvo reparos en montar modernas bodegas de elaboración y, sobre todo, dedicó un capital importante a la compra de viñedo, garante de la calidad de los vinos como le enseñó su padre.
En paralelo, adopta un dinámico perfil institucional y promueve el acuerdo de Rioja para la supresión de la comercialización en exportación de graneles, todo un triunfo de la calidad y el prestigio para la Denominación Rioja y defiende el papel del Consejo como órgano regulador de la calidad. Y ya acompañado de sus hijos en la gestión, en 1990 concluye su gran sueño, Bodegas Campillo, en Laguardia todo un hito arquitectónico del momento y precursora del Enoturismo en La Rioja.
Julio Faustino apostó también por conformar un grupo diversificado de bodegas, que le hizo entrar en otras denominaciones de origen y así contar con Bodegas Leganza y Finca Los Trenzones (DO La Mancha), Bodegas Valcarlos en Navarra en 2001, y por último, Bodegas Portia (DO Ribera de Duero).