Las principales guías de alimentación, la Fundación Española de la Nutrición (FEN) y expertos de referencia del ámbito médico, nutricional y científico lo tienen claro: se deben tomarse una media de tres lácteos al día para garantizar una dieta equilibrada y saludable, como la mediterránea o la atlántica, acompañada de hábitos de vida activos donde no puede faltar la práctica de ejercicio regular.
Así lo recuerda InLac, la Organización Interprofesional Láctea, que señala que “nuestras dietas de toda la vida se caracterizaban por incluir una gran variedad de alimentos, como frutas, verduras, pescado y carne en dosis adecuadas, legumbres, aceite de oliva virgen extra y, por supuesto, lácteos como la leche, el queso o el yogur”.
Pero ¿es imprescindible tomar estos últimos o podemos eludirlos? Para Rosaura Leis, catedrática de la Facultad de Medicina en la Universidad de Santiago de Compostela, “hacer una restricción alimentaria en nuestra dieta no es baladí, ya que supone cambios en el patrón alimentario y puede representar un riesgo nutricional importante”.
La evidencia científica recomienda tomar una media de tres lácteos al día durante toda la vida, reitera esta investigadora principal del grupo de Nutrición Pediátrica del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago; miembro del Ciber de Obesidad; presidenta de la Fundación Española de la Nutrición (FEN) y del Comité de Nutrición y Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría.
De hecho, estos alimentos proporcionan una ingesta de macro y micronutrientes que ayudan a cumplir las recomendaciones para una buena salud. Son la principal fuente de calcio, pero también de vitaminas liposolubles, proteínas de alto valor biológico y componentes bioactivos, entre otros, apostilla la prestigiosa catedrática.
Una ración de leche equivale a 200-250 mililitros (una taza o vaso), mientras que la ración de yogur se sitúa en los 250 gramos (2 yogures). Respecto a los quesos, la porción de semicurado o curado recomendada ronda los 30 gramos y, la de queso fresco llega hasta los 60 gramos.
Rosa María Ortega, referente indiscutible en España en el campo de la nutrición y la ciencia de los Alimentos (catedrática de Nutrición y Ciencia de los Alimentos, de la Facultad de Farmacia, Universidad Complutense de Madrid) ha advertido, por su parte, que más de un 75% de los individuos tienen ingestas de calcio inferiores a las recomendadas, y dado que más del 50% del calcio de la dieta proviene de lácteos, “aumentar su consumo es recomendable”.
Según ha indicado Ortega, los lácteos son alimentos de elevado valor nutricional y útiles en el contexto de una alimentación correcta. “El consumo de leche y lácteos, en la cantidad aconsejada en las Guías de Alimentación nacionales e Internacionales es de gran ayuda en la mejora nutricional y sanitaria de individuos y colectivos”, argumenta.
El consumo aconsejado de alimentos lácteos es de entre dos y cuatro raciones (de ahí, la media recomendada de “3 al día”). Las mayores raciones (tres o cuatro) corresponderán con los grupos que tienen las necesidades de calcio más elevadas como adolescentes, embarazadas, durante la lactancia, en edades avanzada y para los deportistas. Y, la posibilidad de alternar el consumo de diversos alimentos como leche, yogur, queso facilita alcanzar ese consumo aconsejado toda la vida.