España repitió en 2020 como el primer país productor de frutas y verduras de la Unión Europea (UE) en 2020, según el informe anual ‘European Statistics Handbook 2021’ elaborado por Fruit Logistica que recoge que, en concreto, se produjeron más de 23,1 millones de toneladas, de las que 13,2 millones de toneladas corresponden a fruta y 9,9 corresponden a hortalizas.
Asimismo, en 2020, la producción conjunta de los 27 países de la UE y Reino Unido alcanzó los 42,70 millones de toneladas de frutas, frente a los 42,4 millones en 2019 y los 50,9 millones de toneladas de verduras, mientras que en 2019 esta cifra fue de 51,1 millones. En general, la producción de frutas y hortalizas en la UE fue alrededor de un 2% más baja en 2020 que el año anterior.
Según el informe, tanto para las frutas frescas como para las hortalizas frescas, la balanza comercial de la UE es negativa, más para las frutas que para las hortalizas, porque en la UE se producen muy pocos plátanos y otras frutas tropicales. Según datos preliminares, las importaciones de frutas de la UE (intra y extra) cayeron un 0,5% el año pasado. Sin embargo, los principales importadores, Alemania, los Países Bajos y Francia, tomaron cantidades ligeramente mayores. Las importaciones de hortalizas frescas cayeron alrededor de un 5% en comparación con el volumen del año anterior, y los principales compradores importaron cantidades menores. Las exportaciones también quedaron a la zaga de las registradas el año anterior, en un 5% para las frutas y en un 2% para las hortalizas. Los mayores exportadores de frutas y hortalizas son España y los Países Bajos.
Por otro lado, el informe explica que el sector de frutas y hortalizas en Europa tuvo tres problemas importantes en 2020: el clima, un Brexit no regulado que se avecina y la pandemia de coronavirus.
En concreto, asegura que “se evitó un Brexit duro en el último minuto, pero no está claro qué impacto tendrá el acuerdo actual en el comercio con el Reino Unido. El acuerdo alcanzado es ciertamente como un acuerdo de libre comercio, ya que permite que en el futuro continúen las ventas transfronterizas de frutas y hortalizas libres de aranceles. Sin embargo, las empresas se enfrentan a nuevos controles fronterizos y cargas administrativas adicionales. No se pueden descartar retrasos en las fronteras, y la congestión relacionada con Covid observada en diciembre de 2020 mostró el efecto que podrían tener”.
Respecto a la pandemia de Covid-19, el trabajo revela que ha afectado a los mercados de frutas y hortalizas en Europa de varias formas. “Los temores personales, las restricciones de viaje y los requisitos de cuarentena al ingresar a ciertos países han contribuido a la falta de mano de obra para la cosecha y el procesamiento, especialmente durante el cierre inicial y especialmente en países que dependen de recolectores extranjeros. Como resultado, hubo retrasos en la recolección y, en algunos casos, los productos no se pudieron recolectar en absoluto. Los productores enfrentaron costos más altos al cumplir con requisitos de alojamiento y empleo más estrictos”, explica y añade que “otro problema fue el transporte”.