La presión en las cadenas de suministro, particularmente en el sector agroalimentario, ante la falta de materia prima, ha obligado al gobierno británico a aplazar de nuevo los controles y requisitos fitosanitarios que, como consecuencia de su salida de la Unión Europea, iba a aplicar a las producciones animales a partir de octubre de este año y a las producciones vegetales a partir de enero de 2022. De esta forma, la exigencia del certificado fitosanitario a las frutas y hortalizas comunitarias que iba a entrar en vigor el 1 de enero se postpone al 1 de julio de 2022.
Según el anuncio del gobierno británico, los certificados fitosanitarios para productos de origen vegetal que se iban a exigir desde enero 2022 no serán necesarios hasta el 1 de julio de 2022. Según ha trasladado la embajada de Reino Unido en España a las asociaciones de exportadores españolas, la medida se debe a la presión causada por numerosos factores, incluida la pandemia y el aumento de los costes de transporte mundial de mercancías.
Para el sector, agrupado en FEPEX, el nuevo retraso en la obligatoriedad de presentar el certificado fitosanitario hasta el 1 de julio de 2022 es positivo y contribuirá a reducir la carga administrativa, que ya se ha incrementado desde el 1 de enero de este año, cuando Reino Unido salió de forma definitiva de la UE y se impusieron nuevos requisitos aduaneros que se fijaron en tres fases. Hasta ahora se está en la primera fase de los requisitos, en la que, para la exportación de la mayoría de las frutas y hortalizas frescas, se exige la presentación de una declaración aduanera (DUA) y un certificado de conformidad con las normas de comercialización.