Las medidas de movilidad y las diversas restricciones a las que el consumidor se ha visto sometido en 2020 han provocado que el sector del dulce incremente sus ventas en el hogar, especialmente con compras en la gran distribución, en detrimento del canal impulso que ha registrado importantes caídas en la mayoría de categorías.
Así, el sector ha experimentado un incremento total del 2% en su facturación, hasta los 6.000 millones de euros, aunque algunas de las categorías que conforman este sector han sufrido un “importante varapalo”, explica Rubén Moreno, secretario general de la Asociación Española del Dulce (Produlce).
La demanda interna ha aumentado, estableciéndose en el 67,6%, mientras que las importaciones y exportaciones han experimentado un retroceso con respecto a años anteriores. De este modo, las exportaciones del dulce incorporan a la facturación de la industria cerca de 1.335 millones de euros, casi el 4% del valor de las exportaciones de alimentos y bebidas. De hecho, uno de cada tres kilogramos producidos se vende en el extranjero, es decir, el 22,3% de la facturación total del sector.
“Se pone fin a una década prodigiosa de incrementos continuados en las exportaciones españolas del dulce”, señala Moreno, aunque cree que se trata de “una situación coyuntural” provocada por la crisis sanitaria.
Caramelos y chicles lideran las exportaciones del dulce español con el 30,4%, generando casi lo mismo dentro (53%) que fuera de España (47%). Le siguen las galletas (27,6%) y el cacao y el chocolate (21,3%). Además, el 15,6% de la facturación de turrones y mazapanes se genera en el extranjero.
Europa es el principal destino de las exportaciones, siendo Francia (230 millones de euros) y Portugal (189 millones de euros) los mercados más importantes, seguidos de Estados Unidos que, por primera vez, se sitúa en esta posición con casi 140 millones de euros.
Innovación
La ampliación de gamas sigue siendo la estrategia implementada de forma mayoritaria, acaparando el 37% de las innovaciones aplicadas. Además, el 27% de sus mejoras productivas se han dedicado al rediseño de productos para dar respuesta a nuevos hábitos de consumo y compromisos adquiridos en materia de sostenibilidad por el sector. La reformulación ha estado de nuevo presente, situándose como la tercera iniciativa, aplicada especialmente en galletas, panificación y bollería. Las innovaciones radicales (lanzamiento de nuevos productos) suponen el 15% de las actuaciones realizadas en materia de innovación y cuenta con productos navideños y caramelos como sus principales exponentes, con pesos del 25% y del 20,7%, respectivamente.
“La competitividad, eficiencia y especialización de nuestra industria en cada gama de productos sumado a la innovación de productos y procesos para ampliar sus mercados, se han puesto a prueba en 2020 y creo que debemos estar satisfechos por el resultado. Nuestra mezcla de modernidad y tradición nos ha permitido resistir en el año más complicado de nuestras vidas, pero el futuro sigue siendo muy incierto. Nos enfrentamos a retos como cubrir las necesidades de un nuevo consumidor, nuestros compromisos con la sostenibilidad y continuar colaborando estrechamente con la Administración y otros agentes. Solo trabajando juntos podremos contribuir al crecimiento económico y la estabilidad del empleo del que dependen cientos de miles de familias de manera directa e indirecta”, ha concluido Moreno.
Categorías
El cacao y el chocolate se consolidan como la primera contribuyente en valor (27,6%) y aquella que impulsa el crecimiento del sector gracias a que el incremento del mercado interior compensa la caída de exportaciones (-9,4%). Con un crecimiento del 6,6%, el segmento ha facturado un total de 1.651,6 millones de euros.
En 2020, este segmento ha crecido un 12% en valor y un 15% en volumen gracias a la oferta competitiva, relacionada con los cambios en el mix de canales de comercialización. Además, la producción nacional afianza su posición con un 73,5% del consumo total en valor.
Los caramelos y chicles han cerrado 2020 con “las peores cifras de su historia”, señala Moreno, ya que es “una categoría que depende mucho del consumo fuera del hogar y el canal impulso”. La facturación cae un 18%, hasta los 861,2 millones de euros, lastrada por el mercado interior (-26,7%), con lo que pasa a ser la cuarta contribuyente en valor. La caída en volumen, aunque menor, también es histórica, con un 13,2% menos.
La participación del canal impulso en las ventas de la categoría desciende al 55,5% en 2020, frente al 61,4% que suponía en 2019. Sin embargo, las previsiones para el próximo año es que “este segmento se recupere, aunque lo haga más lentamente”, comenta el secretario general de Produlce.
En cuanto a las exportaciones, el segmento se mantiene como líder de la industria del dulce, con una facturación exterior de 405 millones de euros, aportando el 30,4% del valor de las ventas en el exterior. El primer mercado es EEUU, con un crecimiento del 25% en 2020.
El segmento de las galletas ha experimentado un incremento en los hogares, gracias a la producción dirigida al mercado interno (7,7%) y a las ventas exteriores (2,4%). Se afianza como segunda contribuyente del sector en valor (23,3% de la cifra de ventas del sector), con un incremento del 6,2%, hasta los 1.390,2 millones de euros de facturación.
Así, las ventas de galletas han vendido un 4,8% más en volumen y un 2,4% en valor, hasta los 384,3 millones de euros. En 2020, se ha convertido en el segundo exportador del sector, con el 28,8% del total del sector, y el primero en volumen (39,2%).
Por su parte, pastelería y bollería crece un 5,1% en 2020 y genera 978,5 millones de euros, gracias al crecimiento del 5,3% del mercado interior y del 7,4% de las exportaciones. Además, aunque las ventas en el canal horeca han caído, el consumo en el hogar ha permitido crecer a la categoría tanto en volumen como en valor y posicionarlo como el tercer contribuyente del sector del dulce (16,4%).
Se trata de un segmento difícil de exportar por sus características esencias. No obstante, ya supone un volumen de ventas al exterior de casi 100 millones de euros, es decir, un 3,5% más con respecto al año anterior. En volumen, por su parte, lo hace a más del doble (7,4%), lo que deja entrever “un entorno muy competitivo”, señala Moreno.
En cuanto al mercado de la panificación, los datos de Produlce señalan que ha crecido a doble dígito (10,7%), hasta los 801,2 millones de euros, lo que la convierte en la “más exitosa del sector en este año”, asegura el responsable de la patronal del dulce.
Gana un punto porcentual en su aportación a la facturación conjunta del sector, hasta un 13,4% y en volumen se afianza como segunda categoría, con un 26,4% de los kilogramos de producto vendidos por el mercado del dulce. El aumento del consumo interno (11,8%) es el responsable del aumento de la facturación de la categoría, que se incrementa un 12,2% en el mercado interior y también aumenta en similar medida su producción en volumen (12,7%).
Por último, la categoría de turrones y mazapanes ha cerrado con un aumento de las ventas del 3,7% en valor y del 4,8% en volumen. Gracias a lo cual mantiene su contribución al sector del dulce (4,9% y 1,9%, respectivamente). Las ventas al exterior cayeron, en cambio, un 18% en términos de valor mientras que crecen un 1,9% en volumen.