El sector retail fue uno de los más activos en el uso de la factura electrónica durante el año pasado. Así, el volumen de facturas electrónicas emitidas en el sector retail representó el 23,14% del total nacional, sólo por detrás de la industria (28,31%).
Así lo revela “Estudio comparativo del uso de la factura electrónica en España”, correspondiente al ejercicio 2022 y elaborado por SERES compañía especialista en Intercambio Electrónico seguro de Documentos, que ha analizado la emisión y recepción de documentos por comunidades autónomas, tamaños de empresa y sectores de actividad en España en el periodo comprendido entre 2021 y 2022.
El trabajo recoge que el número de efacturas recibidas registró unas cifras ligeramente superiores en este periodo. En concreto, el sector retail concentró un 27,37% del total de facturas electrónicas recibidas a nivel nacional. Este ranking estuvo liderado por el sector comercial, con un 41,93% del total. Ambos segmentos coparon más de la mitad de la mitad de las facturas que fueron recibidas en el último año.
Por otra parte, el estudio de Seres detalla que las empresas emisoras y receptoras de facturas electrónicas relacionadas con el sector minorista han incrementado su actividad. En 2022, las empresas emisoras representaron el 27% del conjunto nacional, mientras que un 30,55% correspondió a empresas receptoras de esta herramienta.
Alberto Redondo, director de Mass Market en SERES, afirma que “este informe revela de manera concluyente el profundo impacto de las facturas electrónicas en el retail. En un mundo cada vez más digitalizado, el empleo de esta herramienta digital ha emergido como un factor determinante en la aceleración y mejora de las operaciones comerciales en las empresas. Este cambio disruptivo no ha hecho más que redefinir la manera en que las empresas del sector operan, agilizando los flujos de trabajo y las transacciones financieras, y facilitando una mayor colaboración y sincronización en toda la cadena de suministro, situando al sector en una posición ventajosa para liderar el camino hacia una economía más sostenible”.
Por otro lado, el estudio recoge las causas positivas que otorga el uso de la factura electrónica en el medioambiente que, sumado al ahorro de tiempo y material que este recurso conlleva, supone un ahorro significativo en costes para las compañías. Así, el uso de la factura electrónica en 2022 contribuyó al ahorro de 2.942.617.220 de euros en costes de gestión y evitó un uso de papel equivalente a 16.486 pinos, ahorrando un 30% en términos medioambientales y un tiempo en horas de trabajo equivalente a 740 años laborales. Finalmente, el uso de la factura electrónica en 2022 contribuyó al ahorro de más de 2.600 millones de euros en costes de gestión en entornos B2B, un 25,32% más respecto al ejercicio anterior.
Normativa
La expansión de la factura electrónica en España viene explicada en parte por el aumento de la digitalización empresarial tras la pandemia. La Ley de Creación y Crecimiento impulsada por el Gobierno de España, que entró en vigor el 19 de octubre de 2022, introduce como novedad la obligatoriedad de uso de la facturación en las relaciones comerciales entre empresas privadas y profesionales del sector con el fin de impulsar el emprendimiento y el desarrollo empresarial. Esta normativa será obligatoria en la primavera de 2024 para empresas y autónomos que facturen más de 8 millones de euros, y para las demás en la primavera de 2025. Esto hace prever que el avance de la e-factura seguirá creciendo, convirtiéndose en una oportunidad única para agilizar, mejorar la eficiencia de las empresas y optimizar recursos.
Los datos reflejados en este estudio destacan la importante actividad que la factura electrónica está teniendo en sectores como el de gran consumo, la automoción, la industria y la construcción. Sin embargo, su avance en otras áreas continúa siendo insuficiente, especialmente dentro de áreas de negocio más reticentes al uso habitual de estas herramientas en sus relaciones comerciales, como es el caso del sector primario.
Las pequeñas empresas se sitúan a la cabeza en el uso de la factura electrónica, aunque en este último año también ha repuntado entre las grandes empresas. Son más de la mitad las empresas del sector terciario que ya emiten y reciben documentación electrónicamente, seguidos muy de cerca por los negocios industriales. Las cifras indican que la transformación digital en las empresas va en la buena dirección, aunque todavía hay margen de mejora.