Los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas siguen su tendencia a la baja, aunque de manera moderada, ya que se mantienen en junio un 10,3% más caros que en el mismo periodo del año anterior.
Así, según el Índice de Precios de Consumo (IPC) presentado por el Instituto Nacional de Estadística, se ha reducido más de un punto y medio con respecto a mayo, siendo la tasa más baja desde abril de 2022.
Este comportamiento es debido, principalmente, a que los precios de las frutas, el pan y cereales y la carne han aumentado menos que en junio de 2022. También influye la estabilidad de la leche, queso y huevos, frente a la subida del año anterior, y la bajada de los precios de las legumbres y hortalizas, que aumentaron en junio del año pasado.
En sentido contrario, el INE también señala la subida de los precios del aceite y grasas, frente a la bajada de junio de 2022. En junio subieron un 2% respecto a mayo y son un 15,4% más caras que hace un año.
Así, las mayores subidas respecto a junio de 2022 se concentran en la alimentación, siendo el azúcar un 44,9% más caro; el aceite de oliva (31%); las patatas (27,8%); el arroz (21,9%); y la fruta en conserva (21,7%).