El Gaitero, emblema de la industria asturiana, cumple 130 años y la empresa celebra este especial aniversario con la ilusión intacta y siempre fiel a sus valores: compromiso, esfuerzo, pasión por la tierra, constancia, amor por la tradición y espíritu innovador.
La apasionante historia de esta empresa, que mantiene su carácter familiar a pesar de tantos cambios, se remonta a las últimas décadas del siglo XIX, cuando tres familias decidieron unir sus esfuerzos en una iniciativa pionera en el Concejo de Villaviciosa: la industrialización de la elaboración de la sidra, la bebida asturiana por excelencia. El 24 de mayo de 1890 se constituyó ante el notario de Villaviciosa la Sociedad Regular Colectiva Valle, Ballina y Fernández (conocida mundialmente a través de su marca Sidra El Gaitero), que 10 años después se convertiría en sociedad anónima.
Desde sus orígenes, Valle, Ballina y Fernández (El Gaitero) ha estado vinculada con numerosos proyectos de investigación y desarrollo de nuevos productos y puesta en marcha de nuevos equipos e instalaciones que renovaron y revolucionaron en muchos casos la forma de elaboración de la sidra.
El Gaitero está en la actualidad presente en más de treinta países de los cinco continentes (desde Canadá a Filipinas, pasando por Australia, Japón, Dinamarca, Sudáfrica o Estados Unidos) y sigue siendo una empresa familiar en la que en la actualidad trabajan dos generaciones de los Fernández, la cuarta y quinta, “con vocación de continuar, por lo menos, ¡otras cinco generaciones más!”.
Por supuesto, la sidra es la gran protagonista. Cuentan con sidras de todas las variedades que contempla la DOP Sidra de Asturias, por la que apostaron desde sus comienzos, y tres marcas acogidas a la misma: El Gaitero, Pomarina y Valle, Ballina y Fernández; pero siempre han formado parte de su gama también otros derivados de la manzana como los dulces y el zumo y disponen de una línea de platos caseros preparados y otra de turrones artesanos.
Su espíritu innovador y las tendencias del mercado les han impulsado a crear otros originales productos, como la gama Gaitero Spanish Cider (100% Apple, Red Grape y SIN), para el público más joven o 1898, su selecta sidra de hielo que homenajea con su nombre a la bodega principal, terminada ese año. Son solo algunos ejemplos.
Además, su vocación exportadora les ha llevado a crear productos adaptados a cada mercado como Chip, una bebida espumosa de diferentes sabores con base de zumo de manzana, ideal para países donde no se bebe alcohol; o los vinos espumosos Mon Basart, que triunfan en el Caribe.
Para El Gaitero, tan apegado a la tierra, el vino es muy importante, bello y vivo reflejo del lugar en el que nace. Por eso, son desde hace un año y medio propietarios únicos de una bodega situada en la Rioja Oriental: Real Agrado, donde se hacen vinos tan especiales como Canterabuey, el primer vino acogido a la nueva categoría creada por la D.O.C. Rioja: “Viñedo Singular”.
El, hoy en día, grupo empresarial, que tiene una facturación anual de 35 millones de euros y da empleo a casi 200 personas, acoge bajo su paraguas empresas de distinta índole pero en todas ellas aplican la misma filosofía familiar y ese esfuerzo y cariño que ponen en absolutamente todo lo que hacen. Estas son Industrial Zarracina, Viñedos de Alfaro, Polysier, Gráficas Summa y Concentrados de Villaviciosa.