El endeudamiento del sector agrario ha crecido un 21,3% en los últimos tres años, mientras que para el resto de las actividades económicas se ha reducido en el mismo período en un 18,9%.
Al finalizar el año 2018, el endeudamiento agrario se cifraba en 22.729 millones de euros, frente a los 19.255 millones de euros que era el saldo vivo de los créditos vigentes en el último trimestre de 2017, según Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos.
La organización destaca “el esfuerzo de agricultores y ganaderos para adaptarse a las nuevas exigencias de todo tipo pese a la desfavorable situación climática y de mercado que ha afectado a importantes sectores”.
Por otro lado, en estos últimos años, los fenómenos climatológicos adversos frecuentes, la sequía, la incidencia de plagas graves en algunos cultivos o el repunte de enfermedades del ganado, han contribuido también, según la organización, a la necesidad creciente de financiación para capital circulante y pode mantener la actividad de las explotaciones.
En paralelo a este incremento del endeudamiento del sector agrario, también se mantiene la reducción de la morosidad de agricultores y ganaderos, cuya tasa de crédito dudoso se situaba en el 6,2 % al finalizar 2018, frente al 7,5 del año anterior y por debajo de la del conjunto de las actividades productivas, que era del 6,8%.
La organización considera que no se trata de una situación coyuntural, sino que, tradicionalmente, la proporción de morosos en el sector agrario es menor que en otros sectores. Incluso en los momentos más duros de la crisis económica, cuando el crédito dudoso en el conjunto de las actividades productivas superaba el 20%, en los agricultores y ganaderos se mantuvo casi ocho puntos por debajo.