La pandemia del Covid-19 ha obligado a las empresas a adaptarse a una nueva realidad, teniendo que transformar sus estrategias a largo plazo y adelantando acciones que no tenían previsto realizar a corto plazo. Muchas de estas iniciativas están relacionadas con la digitalización y la sostenibilidad.
Así lo confirma Miebach Consulting en la última edición de su estudio sobre la cadena de suministro del sector del gran consumo, que ha contado con la participación de más de 400 empresas ubicadas en 40 países.
Para empezar, el 80% de los participantes afirmó que la pandemia había acelerado las medidas para incrementar su resiliencia, y un 76% consideró prioritarias las medidas enfocadas a mejorar su gestión de riesgos. También hay otros aspectos que ya eran relevantes antes de la pandemia y que ahora todavía lo son más, como la digitalización o el ecommerce, pues el 74% de las empresas participantes dejó constancia de su priorización en la implementación de estrategias de venta online.
Respecto a la anterior edición, se observa un aumento significativo de empresas que apuestan por las tecnologías relacionadas con la obtención y gestión de datos (Big Data, torres de control, etc.). Y es que la pandemia ha evidenciado la dificultad de gestionar una cadena de suministro larga y compleja, así como de retener al personal. En este sentido la digitalización es una herramienta muy eficaz, ya que permite reducir el riesgo a la hora de tomar decisiones y depender menos del factor humano.
A las tecnologías de análisis de datos y automatización se le une la Inteligencia Artificial, pues las empresas que tienen pensado comenzar a utilizarla en sus procesos ha aumentado un 22%.
En cuanto a la automatización, el principal foco de las empresas sigue estando en automatizar procesos en el área de almacenaje. Si se comparan los resultados de automatización actuales con los de hace dos años, se advierte un incremento del picking de cajas automático del 11% debido a la creciente fragmentación de los pedidos.
La sostenibilidad también se ha convertido en un factor de especial relevancia en el gran consumo. Alrededor del 66% de los participantes en este estudio ha planificado o tiene previsto planificar acciones hacia una estrategia sostenible que reduzca su impacto medioambiental.
La reducción de material de embalaje es la iniciativa en la que un mayor número de empresas está trabajando y la que cuenta con un mayor porcentaje de éxito de implantación (96%), mientras que el análisis de la huella de carbono de la cadena de suministro es la actividad que se ha desarrollado con mayor frecuencia.
Esto se debe a que ya existen pactos y acuerdos de reducción de emisiones de obligado cumplimiento en la mayoría de los países, por lo que el tejido empresarial ha debido priorizar este tema. Otra tendencia relevante es hacia el abastecimiento y la producción sostenibles.
En cuanto al éxito en las implementaciones, la media se sitúa en 85,5%, un índice muy superior al de otras iniciativas no relacionadas con la sostenibilidad. También se distingue la preferencia por reducir el impacto ambiental sobre la producción (89% de empresas) frente a la reducción sobre el transporte (60% de empresas).
Por último, el sector del gran consumo ya tiene el foco puesto sobre los retos futuros, de los cuales los costes y el servicio al cliente son considerados los más relevantes por las empresas. Asimismo, los participantes coinciden en señalar que digitalización, automatización y estrategia ecommerce son áreas desafiantes pero que presentan grandes oportunidades.