Los productos frescos siguen siendo los grandes protagonistas de la cesta de la compra de los españoles, según confirma la segunda edición del Observatorio de frescos de Aldi que revela que esta categoría de productos representa un tercio del gasto en alimentación de los hogares de España, un consumo que en los seis primeros meses de 2020 se ha disparado un 9%, llegando a los 2.069 euros por familia, posiblemente influido por el período de confinamiento.
El informe también destaca que las ventas de frescos en los supermercados e hipermercados se han incrementado en más de diez puntos porcentuales en los últimos años, pasando del 50% en 2010 al 61% en 2019.
En concreto, el presupuesto que destinan las familias anualmente a los productos frescos perecederos, que en 2018 era de 1.900 euros, y en 2019 de 1.921 euros, supera ya los 2.000 euros (2.069 euros) y los 205 actos de compra.
Los datos del primer semestre de 2020, respecto al mismo período de 2019, descubren que los huevos fueron los productos frescos que mayor volumen en porcentaje de ventas experimentaron, con un aumento del 23%, mientras que la compra de verduras y hortalizas se situó en segunda posición, con una subida del 18%, seguida de la fruta, con un 12%.
Por su parte, destaca la evolución del consumo de proteína animal (carne fresca, embutidos, huevos, quesos, pescado y marisco). Así, el Observatorio de frescos de Aldi recoge un descenso de 2,5 puntos en el consumo de carne fresca desde 2013, mientras que el resto de las categorías se mantienen estables. De hecho, el informe refleja que el gasto de los hogares españoles es un 9% menor en carne y un 6% menor en pescado respecto a 2015, pero ha aumentado el gasto en charcutería (principalmente, jamón) un 7%.
Perfil del consumidor
Según los datos analizados del Observatorio de frescos de Aldi, la compra de productos frescos incrementa con la edad. Es a los 50 y a los más de 60 años cuando más frescos se consumen y, de hecho, dos terceras partes del gasto en productos frescos lo realizan personas de más de 50 años. Cabe destacar que el informe realizado también señala que el 95% de la población en España consume frescos cada semana.
Además, dos terceras partes de los hogares españoles afirma leer la etiqueta de los productos antes de su adquisición y el 86% asegura que esta información influye en su decisión de compra. Cabe resaltar que la calidad, en un 61%, y la relación entre calidad y precio de los productos frescos, en un 48%, son los factores que más inciden en la decisión de compra.
Por otro lado, ocho de cada 10 consumidores aseguran que confía en la información que aparece en las etiquetas. Aun así, el 83% de los consumidores y consumidoras desearían conocer mejor la cadena de producción de los productos. La fecha de recolección, de sacrificio o de pesca es una información bien recibida para el 31% de los españoles y españolas, seguida de la procedencia, en un 22%; y el precio pagado en origen al productor, al ganadero o al pescador, en un 21% de los casos.