El Consejo de Administración de Mercabarna celebrado este martes ha aprobado por unanimidad de todos sus miembros el cierre del matadero, que se producirá a finales de septiembre, coincidiendo con la fecha de finalización del contrato de la empresa Condialmentserveis que ofrece el servicio de matanza.
Según ha explicado el organismo, este cierre se ha decidido en un momento en que, para garantizar la continuidad de las instalaciones, la Agencia de Salud Pública de Barcelona había exigido una remodelación íntegra del edificio y la maquinaria, inversiones que requerirían una parada mínima de un año y medio y que, sin contar la maquinaria, supondrían un desembolso de 11 millones de euros en los próximos cinco años.
Desde su instalación en Mercabarna (1979, procedente del antiguo matadero de la ciudad ubicado en el Parque Joan Miró de Barcelona), el matadero siempre ha sido deficitario, y en los últimos 10 años ha generado pérdidas acumuladas por valor de más de 22 millones de euros.
En este sentido, el Tribunal de Cuentas ya emitió un informe en 2015 respecto a la improcedencia de mantener un establecimiento con pérdidas continuadas, especificando que este matadero, por su nivel de pérdidas, “era el que presentaba la mayor necesidad de financiación de todo el Estado español”.
Con un volumen de sacrificios anual de unas 22.000 toneladas entre ternera, cordero, cabrito y caballo, el matadero da servicio de matanza principalmente sólo a dos empresas cárnicas ubicadas dentro de Mercabarna.
Según el Consejo de Administración, desde 2015, Mercabarna ha hecho numerosas gestiones comerciales para intentar aumentar el volumen de negocio del matadero, garantizar su viabilidad y el mantenimiento de los puestos de trabajo, pero “estas gestiones han sido infructuosas, al igual que el concurso que hizo el año 2017 para adjudicar la gestión del matadero, al que no se presentó ningún operador”.
Asimismo, añade que en Cataluña hay muchos otros mataderos públicos y privados con capacidad suficiente para absorber esta matanza de Mercabarna: Sabadell, Castellbisbal, Sant Cugat, Guissona, Viñals Soler (Argentona), Friusa (Riudellots de la Selva), Roca 1.927 (Banyoles), Grupo J. Viñas (Vic) e incluso Fribin (Binéfar).
“En todo caso, como se ha podido comprobar en otros mercados mayoristas de España, es perfectamente posible la existencia de empresas manufacturas de carne dentro de estos mercados, sin que haya un matadero dentro del mismo espacio”, ha añadido.
Por último, el Consejo de Administración señala que aún no ha decidido qué actividades se llevarán a cabo en la parcela que dejará libre el matadero (27.362 metros cuadrados). Las necesidades y demandas son múltiples, sobre todo ahora que el sector agroalimentario tiene que trabajar con firmeza para adaptarse a los nuevos hábitos de los consumidores. En este sentido, Mercabarna afirma que “necesita incorporar empresas que lleven más valor añadido al producto; de comercio online, especialistas en proximidad, en productos ecológicos, cadenas de distribución, etc”. Tampoco se descarta la posibilidad de que se pueda construir un matadero privado.
Actualmente trabajan en este servicio unas ochenta personas de la empresa Condialmentserveis y Mercabarna se compromete a dialogar con sus representantes para ayudarles a abordar su futuro laboral.