El sector del comercio ha perdido más de 20.000 millones de euros de facturación y más de 60.000 empleos en el primer año de pandemia, según señala el presidente de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), en el informe anual de la patronal.
“La pandemia del Covid-19 ha dejado en 2020 una herida tan profunda en nuestra sociedad y economía que va a requerir mucho tiempo y esfuerzo sanarla en todo el mundo occidental y, por desgracia, más si cabe en España. Estamos ante una reconstrucción de nuestro país y más que nunca tenemos que colaborar de forma leal entre todos, Instituciones, empresas y ciudadanos, en esta imperiosa tarea”, explica el directivo.
La pandemia ha truncado seis años seguidos de recuperación del consumo. La facturación de las empresas de Anged cayó un 10,2%, hasta los 36.806 millones de euros. El confinamiento, las restricciones al comercio de no alimentación (incluidos cierres obligatorios de tiendas) y el rebrote de la epidemia tras el verano tuvieron un impacto mayor en las empresas de la asociación dada su oferta comercial.
Pese a ello, es un retroceso menor que las ventas de no alimentación en el total nacional (12%), gracias a la flexibilidad mostrada para adaptar productos, procesos, formatos y canales de venta a la situación.
Los grandes establecimientos de distribución alcanzaron una afluencia de clientes superior a los 3,4 millones diarios (más del 18% de los hogares españoles). Las restricciones a las tiendas físicas claramente han afectado a esta cifra, sin embargo, la venta online ha podido compensar parte del impacto. La facturación online se ha duplicado y el número de clientes que han comprado por internet han crecido más de un 50% en 2020 (son ya tres veces más que hace cinco años).
Las empresas de Anged alcanzaron una plantilla conjunta de 226.107 personas, un 3% inferior a 2019. La flexibilidad introducida por el convenio de grandes superficies, junto con el recurso a los ERTE han permitido adaptarse a la actividad y a las restricciones de las comunidades autónomas. De este modo, sin considerar el empleo generado en las redes de franquicia de sus asociados que elevaría sensiblemente la cifra total de empleo, las empresas de distribución han demostrado un gran esfuerzo para ajustar el empleo solo una tercera parte de lo que se ha perdido en facturación.