El comercio europeo tendrá que invertir hasta 600.000 millones de euros hasta 2030 para garantizar su futuro, según revela el estudio “Transformando el sector minorista y mayorista de la UE”, realizado por EuroCommerce y McKinsey & Company y que se ha presentado en rueda de prensa en el 37º Congreso Aecoc de Gran Consumo.
En concreto, el estudio apunta a que, actualmente, los comerciantes minoristas y mayoristas de la Unión Europea invierten el 3,6% de sus ingresos, frente al 6,7% de las compañías norteamericanas. Una brecha que, según indica el informe, podría suponer una importante desventaja competitiva para los negocios europeos.
Además, EuroCommerce y McKinsey & Company han explicado que el actual contexto de incremento de costes, sumado a los efectos de la Covid-19, las interrupciones en la cadena de suministro y la guerra en Ucrania han llevado a muchos comercios a aplazar sus inversiones para garantizar su viabilidad económica, y han apuntado a la necesidad de hacer equilibrar los objetivos a corto y largo plazo.
En este sentido, el informe indica que el futuro del comercio europeo pasa por la inversión en los ejes de sostenibilidad, digitalización, competencias profesionales y captación de talento. “Esta transformación es un enorme reto, pero también una oportunidad para generar un crecimiento más rápido, ecológico y productivo del sector, con una oferta más conveniente para los clientes”, ha expuesto la socia de McKinsey & Company en España, María Miralles.
Por su parte, el presidente de Eurocommerce, Juan Manuel Morales, ha expuesto que “en la crisis actual, el retail debe ser reconocido como un sector que presta un servicio esencial a los ciudadanos, que genera empleo y que aporta el 8% del PIB europeo. Para seguir cumpliendo con sus servicios de manera efectiva, los comercios necesitarán apoyo para realizar las inversiones tan importantes que se identifican en el informe”. En este sentido, Morales ha lamentado que el retail no esté entre los 13 sectores estratégicos identificados por la Unión Europea y que no tenga un peso relevante en el reparto de los Fondos Next Generation. “El sector requiere ayudas para paliar la crisis energética”, ha incidido.
Sostenibilidad, digitalización, competencias profesionales y captación de talento
En el detalle por partidas, el informe indica que el sector tendrá que invertir hasta 335.000 millones de euros en proyectos relacionados con la sostenibilidad, y dirigidos a reducir el impacto de la volatilidad de los precios de la energía y a promover estrategias más sostenibles en su cadena de valor.
Según Ignacio Marcos, Socio Senior de McKinsey & Company que lidera el área de sostenibilidad en consumo, “es necesario integrar totalmente el plan de sostenibilidad en la estrategia general de la compañía. Además, es fundamental tener objetivos concretos y un plan de acción para conseguirlos sin comprometer el crecimiento empresarial. El informe presenta análisis y caminos potenciales destinados a abordar las necesidades de cinco millones de empresas registradas en la UE, abarcando todos los modelos de negocios, la mayoría de los subsectores de la industria, y empresas de todos los tamaños, con acciones requeridas que difieren entre grandes corporaciones y pymes”.
La transformación digital del sector supondría una inversión de hasta 230.000 millones de euros, destinados a la creación de una industria verdaderamente omnicanal, a la automatización de la cadena de valor y a la analítica avanzada para mejorar la eficiencia operativa.
Para María Miralles, socia de McKinsey & Company que lidera el área de Consumo en España, este último aspecto es fundamental para la evolución del sector, ya que “la industria de la venta minorista y mayorista es un sector económico clave en la Unión Europea, y la digitalización ya está presente en la mayoría de empresas. Aun así, es imprescindible tener en cuenta cuatro áreas de acción principales: los canales digitales, la automatización, la analítica avanzada y la modernización de la tecnología heredada, ya que el 90% del crecimiento del sector está impulsado por internet”.
Finalmente, las inversiones previstas por el informe para competencias profesionales y captación de talento serían de hasta 35.000 millones de euros, que irían a proyectos de ampliación de los programas de aprendizaje y competencia. Actualmente el comercio invierte el 1,5% de los costes laborales en formación, pero la mayoría de los encuestados en el estudio espera que esta partida aumente entre un 5% y un 25% en los próximos años.