El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha explicado que el acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) supone una “oportunidad” para España y para su agricultura, ganadería y pesca, entre otros sectores económicos.
Planas ha valorado positivamente, y ha remarcado su importancia estratégica para la UE, en un contexto de tensiones en el comercio internacional. Cuando entre en vigor el acuerdo, “lo que hoy parece un reto, será una oportunidad”, asegura el ministro.
El acuerdo con Mercosur debe ser aprobado aún por el Parlamento Europeo y por los Estados miembros de la UE, en un proceso que se puede prolongar durante un período de más de dos años. Según el producto de que se trate, el acuerdo establece períodos de transición comprendidos entre cinco y 15 años, hasta la plena aplicación de la reducción o eliminación de aranceles.
Para el ministro, se trata de un acuerdo moderno y equilibrado, desde el punto de vista político, económico y comercial. España y la UE logran con este acuerdo el acceso a un mercado de 263,7 millones de personas, de las que casi 55 millones hablan español.
Además, el ministro ha señalado que el acuerdo de Mercosur es un ejemplo de acuerdos comerciales de segunda generación, en el que, además de los aspectos puramente comerciales, se incluyen condicionalidades de tipo medioambiental y social que facilitarán que, en este caso, los países de Mercosur, tengan un motivo adicional para cumplir los compromisos que han adquirido en el marco del Acuerdo de París, sobre el clima o, por ejemplo, en el marco de las convenciones de la Organización Internacional del Trabajo o compromisos en materia de deforestación o pesca ilegal.
Igualmente, el ministro ha dejado claro que, los productos procedentes de los países de Mercosur, deberán cumplir los mismos estándares que los productos comunitarios cuando entren en el espacio de la Unión Europea. A este respecto, Planas ha recordado su propósito de seguir avanzando hacia la reciprocidad en el empleo de productos fitosanitarios en los países con los que la Unión Europea suscriba acuerdos comerciales.
El ministro ha realizado un repaso de las ventajas que puede suponer el acuerdo para varios sectores agroalimentarios, como es el caso del vino, las bebidas espirituosas, los productos lácteos, algunas frutas y hortalizas y el aceite de oliva.
Además, el acuerdo recoge una cláusula de salvaguardia que podrá aplicarse cuando se constate que, como consecuencia del acuerdo, se produce una perturbación grave en un determinado sector.
Dentro también de este apartado, ha añadido que la Comisión Europea dispondrá de 1.000 millones de euros para compensar los posibles perjuicios en los sectores agroalimentarios que pudieran derivarse del acuerdo.