El 87,3% de los empresarios del sector cárnica asegura que sus costes han crecido en el primer semestre de 2022, pero además un 70,9% teme que sigan incrementándose. Así lo revela el octavo Barómetro de la Industria Cárnica Española, elaborado por Anice y Cajamar que analiza semestralmente la evolución y perspectivas de este importante sector industrial desde el punto de vista de sus empresarios.
Los resultados de esta nueva edición reflejan la compleja situación que está viviendo el sector, como consecuencia de la confluencia de numerosos factores negativos como el encarecimiento de las materias primas, el incremento continuado de los costes de energía y restos de insumos, y la inflación, algo de lo que Anice ha venido alertando en los últimos meses. Así lo ha constatado el secretario general de esta entidad, Miguel Huerta, durante su intervención en el evento de presentación, quien ha señalado que “esta difícil coyuntura nos está pasando factura en forma de desaparición de nuestro tejido industrial, con lo que ello implica de pérdida de actividad y futuro para el medio rural en el que la industria cárnica se ubica”.
La presentación de los resultados del octavo Barómetro de la Industria Cárnica Española ha corrido a cargo de Tomás Agüera, responsable de Mercados de Plataforma Tierra quien ha remarcado que para el primer semestre de 2022, el Índice del Sentimiento de la Industria Cárnica (ISICE) se sitúa en 17,08 puntos, lo que indica una valoración positiva de los agentes del sector, como consecuencia del aumento de las exportaciones, si bien se ha producido una contracción con respecto al semestre anterior, resultado de la actual coyuntura que se refleja en las principales conclusiones del informe.
Estos datos responden al sentimiento alcista de la inflación y las constantes noticias del encarecimiento de la energía por el incremento del precio del gas, y otros costes operativos. Una situación que está asfixiando a ganaderos e industrias, generando un tremendo desgaste y estrechando los márgenes en todos los eslabones.
A pesar de esta difícil coyuntura, el ISICE sigue registrando cifras positivas derivadas del aumento de las exportaciones, que posiciona a las industrias como un potente motor económico para el sector, de acuerdo con lo manifestado por el 83,7% de las empresas.
La industria confía en mantener el empleo y sus inversiones
A pesar de la situación que vive el sector, más de un tercio de las empresas han aumentado su plantilla durante el primer semestre del 2022 y más de la mitad han manifestado su estabilidad. Unas cifras muy positivas, que revelan que, pese a la pérdida de rentabilidad de la industria cárnica, por el incremento de las materias prima y los costes asociados, el sector tiene previsto mantener la plantilla de trabajadores en un momento de incertidumbre y recesión como el actual, realizando un sobresfuerzo.
La industria está invirtiendo también en proyectos de sostenibilidad y digitalización, como motores de crecimiento, algo que se impulsaría aún más con la esperada llegada del PERTE, si estas ayudas pudiesen aplicarse de forma importante en las pequeñas y medianas empresas del sector cárnico.
El 78,3% de las empresas están invirtiendo en tecnología de digitalización de procesos, siendo esta el área que más ha crecido. Por su parte, en el área de sostenibilidad, un 72,7% de los encuestados han indicado la incorporación de medidas de eficiencia energética como principal opción, seguido muy de cerca por la implementación de energías renovables, con un 69,1%.