Durante el último año, en España, los consumidores se han mostrado principalmente preocupados por los problemas económicos, siendo un aspecto que alarma al 60% de la población. Le sigue la preocupación por el Covid-19, mencionado por el 57% de la población y los problemas medioambientales, considerados por un 44%. Estas son las cifras a nivel general, pero hay problemas específicos que suscitan una especial preocupación.
Según el último informe Tetra Pak Index 2021, la contaminación y la basura plástica en los océanos es la principal preocupación (83%). Le sigue de cerca el calentamiento global, mencionado por el 78% de los consumidores, el problema del desperdicio de alimentos (77%) y la accesibilidad a los alimentos, que preocupa al 71% de los encuestados. Al mismo tiempo, la mitad de los consumidores a nivel mundial ya reconocen el impacto que tienen sus decisiones cotidianas sobre el medio ambiente.
A nivel global, la fragilidad personal, económica, y ambiental experimentada durante la pandemia mundial ha creado un cambio de actitud en las personas, pasando de la preocupación al cuidado activo y al deseo de tomar decisiones para mantener seguros los alimentos, el planeta y las comunidades que lo habitan. Los resultados recogidos en el estudio revelan que la inocuidad y la seguridad alimentaria ocupan, actualmente, un lugar destacado entre las prioridades de los consumidores. La pandemia ha puesto la salud en un primer plano, evidenciando los puntos débiles de nuestros sistemas alimenticios.
Según declara el presidente y director Ejecutivo de Tetra Pak, Adolfo Orive, “los resultados arrojados en el informe Tetra Pak Index de este año muestran un cambio práctico y cotidiano en el estilo de vida de los consumidores, que quieren marcar una diferencia positiva, mientras buscan un futuro más resistente y sostenible. La pandemia ha reforzado el consumo responsable como tendencia clave, desde las elecciones y gestos que hacemos en nuestra propia casa, a los comercios en los que decidimos comprar”.
La privacidad de libertad y elección a la que nos hemos visto sometidos durante los últimos 20 meses, sumado a una mayor preocupación por la salud, el medio ambiente y por el gasto, ha hecho que los consumidores estén ahora más pendientes de su propio bienestar físico y mental, que presten más atención a los alimentos que compran y que reciclen menos y produzcan menos residuos. De hecho, este cambio de actitud ha llevado a los consumidores a recuperar el hábito de cocinar más en casa. Según los datos recogidos, en España, la principal razón por la que la población se decanta por comer en casa es para poder seguir una dieta más saludable (mencionado por un 60% de los encuestados). La segunda razón mencionada es que, de esta manera, se ayuda a reducir el desperdicio alimentario (28%). De hecho, el 76% de los españoles ha manifestado su intención de intentar minimizar el desperdicio de alimentos mientras cocina.
Pero al mismo tiempo, al pasar más tiempo en los hogares, la “huella” de los residuos domésticos se ha hecho más visible. Para poner remedio a esta situación, los consumidores de todo el mundo declaran estar cambiando sus rutinas: más de la mitad de los encuestados (55%) planifican sus comidas más cuidadosamente, para evitar el desperdicio; mientras que el 46% afirma estar haciendo, desde la pandemia, un mayor esfuerzo a la hora de separar adecuadamente los residuos de cartón, vidrio y plástico, para su posterior reciclaje. Además, la mitad de los consumidores pone de manifiesto su intención de reciclar más el próximo año, como parte de su contribución personal a la lucha contra el cambio climático.
Los consumidores también esperan que sean las empresas las que lideren el cambio y les ayuden a mantener los nuevos hábitos que están adquiriendo. El 35% de los consumidores declaran que, actualmente, adquieren más marcas comprometidas con la sostenibilidad que antes de la pandemia. Asimismo, uno de cada dos está de acuerdo con que el respeto al medio ambiente debe ser una prioridad para las empresas de envasado de alimentos; mientras que el 61% de los encuestados espera que sean las empresas de alimentación y bebidas las que lideren este camino hacia la búsqueda de soluciones a la crisis medioambiental.