Los efectos de la crisis sobre los ingresos y gastos de los consumidores ya se han empezado a notar de una manera importante. Así, casi la mitad de los españoles (48%) afirma haber reducido sus ingresos desde el comienzo de la crisis sanitaria, mientras que el 46% de los consumidores en España afirma haber reducido sus gastos, según se desprende de una encuesta llevada a cabo por McKinsey & Company.
El trabajo revela también que, en conjunto, los consumidores esperan un gran impacto negativo en los ingresos. En concreto, entre el 30 y el 50% de los consumidores a nivel mundial esperan que los ingresos de sus hogares continúen disminuyendo en las próximas dos semanas, mientras que pocos (menos del 10 por ciento en la mayoría de los países) esperan un aumento.
Los consumidores chinos son los más optimistas, con un 30% que espera que los salarios aumenten; sin embargo, el 37% aún espera una disminución. El siguiente nivel de países incluye Estados Unidos, la mayoría de los países europeos, Japón e India, donde del 25 al 49% espera una disminución. En el último nivel de países (Brasil, Sudáfrica, Alemania y Corea) más de la mitad de los consumidores (54% a 63%) esperan una disminución de los ingresos.
Asimismo, el informe señala que el 40% de los españoles cree que las consecuencias de la pandemia podrían tener un impacto económico negativo. En concreto, los españoles son los más pesimistas de Europa, ya que esta percepción es seguida de forma similar en Francia y Portugal con un 36% de los consumidores franceses y un 38% de los portugueses que declaran temer por un impacto negativo en el gasto de larga duración, frente al 32% en Italia, el 27% en Reino Unido o el 12% en Alemania.
Respecto a la evolución del gasto en las categorías de bienes y servicios de consumo, según el análisis, prácticamente todas se han visto afectadas negativamente, con la excepción de la alimentación, que crece un 14%, los productos básicos para el hogar (8%) y el ocio en casa (14%, televisión, internet, etc.).