El 37% de los españoles no se siente cómodo visitando un centro comercial ahora y durante los próximos seis meses. En este sentido, son de los europeos más reacios, sólo por detrás de los británicos (49%) y los suecos (42%), según revela una encuesta realizada por Accenture que ha analizado el sentimiento de los consumidores ante la pandemia del Covid-19.
Y es que, la crisis sanitaria ha creado “un cambio inevitable en las actitudes y comportamientos de los consumidores, algunos de los cuales podrían ser a largo plazo e incluso permanentes”, destaca esta investigación, que revela que si bien el 89% de los españoles están preocupados por el impacto que el Covid-19 tendrá en la economía, sigue habiendo reticencias a visitar bares (59%), centros comerciales (37%) o acudir a conciertos y eventos deportivos (59%).
“Muchos consumidores se han acostumbrado a usar tecnología para consumir y socializar, lo que les ha ayudado a sentirse conectados de una manera segura. Las compañías deben reflejar esto, acelerando la adopción digital para aumentar la confianza de los consumidores, ofreciendo la certeza de que estos lugares son seguros para visitar y garantizando la protección de sus trabajadores”, señala Alberto Molina, managing director en Accenture y responsable de Retail, que añade que “las compañías tienen ahora una oportunidad real de aprovechar esta nueva forma de relacionarse y estar presentes en el mundo físico de los consumidores mediante el uso de la tecnología. Hay cambios en los hábitos de compra de los consumidores que permanecerán tras el Covid-19”.
Al ser consultados por sus nuevos hábitos de compra a raíz de la pandemia, los españoles (55%) junto con los italianos (60%) son los que están haciendo un gasto más consciente y pretenden seguir haciéndolo; además de limitar el desperdicio de alimentos (61%) y cuidar más la salud (59%). Por otro lado, durante la pandemia han tendido a comprar en tiendas locales versus en grandes cadenas, así como a adquirir producto local (54% y el 52%, respectivamente) y piensan seguir haciéndolo.
“Nuestro estudio ha demostrado que más consumidores desean comprar en las tiendas de cercanía y, además, productos de origen local. Las marcas pueden responder a esta demanda buscando resaltar la procedencia local de sus productos. Además, los retailers pueden considerar desarrollar más las tiendas y locales de menor formato”, comenta Alberto Molina.
Uno de los hábitos de compra que se impuso durante el confinamiento y que continuará en el tiempo son las compras online. Sin embargo, uno de los retos del ecommerce es hacerlo rentable y sostenible en el tiempo. En este sentido, Molina afirma que “se requiere un balance adecuado entre la oferta comercial (visión cliente) y la visión logística (cumplimiento promesa cliente, calidad y eficiencia) con foco especial en los costes del servicio, a través de una segmentación avanzada de clientes, productos, circuitos logísticos y proveedores, así como de capacidades y soluciones avanzadas integradas de extremo a extremo”.