Las ventas de productos cárnicos crecieron el año pasado un 3,1% hasta los 15.269 millones de euros, según datos de Nielsen presentados en el Congreso de Aecoc de Cárnicos, que se celebra estos días en Lleida. Sin embargo, en términos de volumen, los españoles consumieron más de 2.000 millones de kilogramos, un 0,2% menos que el año anterior.
La carne fresca representa seis de cada diez euros de gasto, es decir, más de 9.000 millones de euros con un crecimiento del 2,2%, siendo pollo y cerdo las más consumidas, aunque la segunda es la que aporta más euros de facturación.
Sin embargo, fue una categoría impactada por la evolución del precio, sobre todo en cerdo y conejo. En el caso del cerdo, registró un encarecimiento del 4,4% debido a la mayor exportación de este producto a China por el brote de peste porcina que sufrió el año pasado, lo que les obligó a aumentar sus importaciones y, por tanto, redujo la oferta disponible en nuestro país.
En cuanto a la charcutería, que representa tres de cada diez euros de gasto, los españoles compraron por valor de 5.600 millones el año pasado, con un crecimiento del 4,4%. Aún con un precio más caro, el volumen de compras (la demanda) de estos productos también creció. Hay que destacar el comportamiento positivo de los ibéricos, tanto jamón (5,6%), como chorizo, salchichón y lomo (8,6%), con más compras y más gasto, aportando un crecimiento saludable al sector que también tuvo al fuet y longaniza a otros aliados (4,7%), productos muy ligados a la conveniencia.
Por su parte, los platos preparados cárnicos son un mercado aun relativamente pequeño, con 336 millones de euros, pero un crecimiento del 7,2%. Las soluciones congeladas y refrigeradas son las que mejor comportamiento tuvieron, con crecimientos superiores al 6% y al 8%, respectivamente. Y aún más pequeño, pero no por ello menos floreciente, la alternativa vegetal vio cómo la demanda de estos productos creció un 21% en 2019 y ya factura 56 millones de euros.
En palabras de Pedro J. Domínguez, director de Ventas de Nielsen, “los cárnicos viven un momento de encrucijada, con retos y amenazas en el horizonte. Es clave innovar para aportar más valor añadido y posicionarse respecto a las demandas del consumidor, tanto en sostenibilidad como en la batalla por el salón de estar en pleno boom del cocooning, que implica una mayor querencia a estar en casa y socializar y consumir desde allí”.
El 30% de los españoles afirma consumir menos carne pero de mayor calidad
Por otro lado, aproximadamente el 30% de los españoles dice consumir menos carne, pero de mayor calidad, y el 32% consumiría más cantidad de productos cárnicos si llevaran algún tipo de sello que garantizara el cumplimiento de controles adicionales sobre aspectos relacionados con la seguridad alimentaria.
Así lo revela el avance del estudio sobre los indicadores de compra y consumo de productos cárnicos, presentado por la Federación Empresarial de Carnes e Industrias Cárnicas (Fecic) durante el almuerzo previo a la inauguración del Congreso de Aecoc de Productos Cárnicos y Elaborados 2020, que tiene lugar en Lleida. En concreto, el trabajo concluye que la salud es el principal motivo de descenso en el consumo de productos cárnicos. Los más afectados por esta reducción son los preparados y elaborados cárnicos.
No obstante, la mitad de los españoles compran carne más de una vez a la semana y su canal de compra habitual es el supermercado o el hipermercado. Además, en el estudio de este año se recoge que el porcentaje de compradores que compran carne al corte en la sección de venta asistida de estos establecimientos ha aumentado con respecto al año pasado. El 34% consume carne, pero solo de algunos tipos, esto pasa especialmente entre las mujeres, un porcentaje que ha aumentado respecto al año pasado.
En cuanto a los hábitos de consumo, el 68% de consumidores considera que el tipo de animal es uno de los factores más importantes de elección de la carne al corte en el punto de venta. Cada tipo de carne tiene su hueco, sus puntos fuertes y responde a unas necesidades, así la ternera se correspondería al placer y disfrute que le aporta y a una dieta equilibrada, el cerdo iría asociado a placer más practicidad, el pollo a ligero y saludable y los preparados y elaborados cárnicos al placer y la practicidad.
Los principales aspectos que se tienen en cuenta a la hora de escoger qué comprar en el punto de venta son el aspecto/color de la carne, el tipo de animal y el precio/kg. El consumo de productos cárnicos es claramente indulgente, pero también destaca la motivación de consumir carne como parte de una dieta equilibrada. Además, el 39% tiene en cuenta la cantidad de grasa que contiene el producto como factor de elección en la compra de carne al corte y el 19% le gusta consumir carne, pero reconoce que a veces se siente culpable porque cree que no es muy sana.
El estudio también evidencia que algunos consumidores están cambiando su percepción de los productos cárnicos y buscan alternativas, como productos sustitutivos a base de proteínas vegetales o que incluso manifiestan que preferirían consumir productos cárnicos sintéticos hechos en laboratorio, sin que fuera necesaria la cría o el sacrificio de animales. Un dato relevantees que alrededor del 30% de consumidores ya han probado productos vegetales que imitan la carne y el 72% de los que los han probado afirman que les ha gustado este tipo de productos.