Grupo Ebro ha vuelto a poner de relieve las fortalezas de su modelo de negocio, cerrando de manera muy satisfactoria un complejo ejercicio 2022, según ha destacado la compañía, que recoge en sus cuentas anuales un importe neto de la cifra de negocio de 2.967,6 millones de euros, un 22,3% más que en el ejercicio 2021, “impulsado por una gestión eficiente de la cadena de suministro y una sólida cartera de marcas líderes, que disfrutan del reconocimiento y la fidelidad del consumidor”.
Por su parte, el Ebitda-A sube un 10,9% respecto al año 2021, hasta los 334,6 millones, tras incrementar la inversión publicitaria más de dos puntos, muestra de la firme apuesta y compromiso con el desarrollo de sus marcas.
Asimismo, el Beneficio Neto a perímetro comparable, (es decir, excluyendo la contribución de los negocios desinvertidos de pasta seca), decrece un 6,6%, hasta los 135,6 millones, por las diferencias de cambio de moneda y la pérdida generada en la desinversión de Roland Monterrat. Si aislamos estos dos parámetros de carácter eventual y extraordinario, el incremento del beneficio neto respecto a 2021 sería de un 13,6%.
Por su parte, la deuda neta se sitúa en 762,6 millones, 207,3 millones más que a cierre del ejercicio 2021.
Divisiones
En un escenario caracterizado por la disparada inflación de costes en todos los ámbitos operacionales (logística, materia prima, energía, etc.), la división de Arroz ha completado un ejercicio 2022 con resultados récord al registrar una cifra de ventas de 2.329,4 millones y un Ebitda-A de 289,8 millones.
Por su parte, el negocio de pasta fresca ha tenido que afrontar dos importantes retos. Por un lado, una coyuntura de altos precios de las materias primas, que no son fáciles de mitigar ya que la caducidad de sus ingredientes no permite realizar políticas de aprovisionamiento a largo plazo. Y por otro, una ralentización de consumo del fresco al situarse en categorías de precios más elevados. De este modo, la cifra de ventas de la división se ha situado en 651,5 millones y el Ebitda-A en 58,4 millones.
“2022 ha sido un año muy complicado en el que el Grupo ha puesto de manifiesto su alta capacidad de gestión para afrontar satisfactoriamente las múltiples complejidades de un entorno inflacionista, agravado por los efectos colaterales de la guerra en Ucrania”, ha señalado la compañía.
“Este contexto inflacionario ha supuesto un aumento de costes de 234 millones respecto a 2021, que no ha sido trasladado al 100% a los precios de nuestros productos, y ha podido ser solventado en gran medida gracias a la diligencia en la toma de decisiones, la implementación de medidas de ahorro, la eficiencia de nuestras plantas productivas, el expertise de nuestros equipos del Área Comercial, Marketing y Supply Chain, la diferenciación y atributos de valor de nuestras marcas, nuestro posicionamiento estratégico en las principales zonas de aprovisionamiento y en definitiva, el conjunto de pilares que definen la consistencia de nuestro modelo de negocio en circunstancias adversas”, ha añadido.