El sector del comercio fue, un año más, el más activo en el uso de la factura electrónica según el Estudio SERES de Implantación de la Factura Electrónica en España 2019, que revela que el 30,9% de las empresas emisoras de factura electrónica y el 33,7% de las receptoras pertenecen a las empresas del sector comercio.
Por número de facturas electrónicas emitidas, el 28,5% del total nacional corresponden al sector del comercio. Por su parte, el porcentaje de las recibidas se sitúa en el 26,4% de las recibidas.
Según Alberto Redondo, director de Marketing de SERES para Iberia y LATAM, “este liderazgo se explica porque fue uno de los primeros sectores en adoptar la factura electrónica, con un protagonismo singular de las grandes superficies, que actuaron como factor dinamizador de su uso entre sus proveedores. Hoy, gracias a este pasado, es uno de los sectores más digitalizados”.
A nivel nacional, el estudio revela que el número de facturas electrónicas procesadas en 2019 en nuestro país ascendió a más de 206,4 millones de documentos, un 13,5% más que en 2018. Del total, 171,7 millones de documentos, un 6,1% más que en 2018, corresponden a transacciones entre empresas (B2B), 22,2 millones a operaciones entre empresas y las administraciones públicas (B2G) y casi 12,4 millones a ventas de empresas a particulares (B2C).
Gracias al uso de la factura electrónica, en 2019 se ahorraron más de 1.600 millones de euros en la gestión de facturas emitidas y recibidas, y el equivalente en horas de trabajo de más de 442 años laborales. Además, se generó un impacto medioambiental positivo cercano a la superficie forestal del Parque del Retiro al eliminar el papel de facturas, sobres, etc. Según el estudio, el coste medio de recepción de una factura es de 7,2 euros en papel y 2,2 euros en digital y en emisión de 4,4 euros en papel y 1,6 euros en digital.