El fabricante de salsas valenciano Choví ha lanzado una nueva salsa Allioli Extra Suave, con la que propone una alternativa a su icónico producto con el objetivo de llegar a todos aquellos paladares que disfrutan de una menor intensidad en este tipo de salsas.
“El alioli, que es nuestra seña de identidad, también suponía un freno para aquellos consumidores que no disfrutan de un producto con un sabor tan fuerte. Por ello, lanzamos este producto, con el objetivo de llegar a más paladares, que se asocie a más momentos de consumo o para aderezar cualquier plato en diferentes momentos”, señala Agustín Martiño, gerente de Negocio de Grupo Choví.
Así, el Allioli Extra Suave de Choví se elabora con ingredientes de primera calidad para permitir mantener la receta tradicional del Allioli clásico, aunque se reduce la intensidad de ajo.
“Queremos abrir las posibilidades para que más personas puedan disfrutar del Allioli, bien porque hay varios momentos, bien porque hay preferencias de intensidad o tolerancias. Nuestra intención es hacer accesible a todos los paladares una salsa anclada culturalmente en el Mediterráneo, o a determinados platos, o a las vacaciones. Por ello, y como líder del segmento, teníamos que trabajar sobre los mitos y barreras, sin renunciar a nuestra esencia”, ha concluido Martiño.
Los consumidores prefieren salsas suaves
Junto a la presentación del nuevo producto, Choví ha dado a conocer los resultados de un estudio realizado sobre el consumo de salsas en España. De acuerdo a este informe, los españoles son consumidores habituales de salsas, con un 60% que prefiere las más suaves. Es más, el 35% afirma que le gustaría que hubiese salsas de menor intensidad y el 32% indica que una salsa fuerte no tiene por qué serlo siempre y sería bueno que existiesen variedades de una misma salsa. Incluso, más de la mitad (55%) señala que echa de menos que se experimente con los sabores tradicionales.
Por regiones, los andaluces (46%), canarios (41%) y catalanes (39%) son los españoles identificados como aquellos que consumen más salsas fuertes, en contraposición con los gallegos (33%), asturianos (23%) y cántabros (23%).
Además, uno de cada cinco españoles afirma haber aumentado el empleo de salsas desde la pandemia, siendo el fin de semana el momento más idóneo para degustar este tipo de aderezo. Más de la mitad de los encuestados (57%) reconoce que añade salsa a los alimentos para potenciar el sabor, mientras que el 35% lo hace para experimentar con nuevos sabores.
Así, desde un punto de vista social, tres de cada 10 (28%) encuestados aseguran haber tomado una salsa fuerte simplemente por hacerse los valientes ante el resto de comensales. Y, para más de la mitad de los españoles el contexto es determinante para consumir un tipo de aderezo intenso: el 56% no tomaría una salsa fuerte antes de una reunión bien porque quiera dar buena impresión después (28%) o bien porque no le dé tiempo a lavarse los dientes (28%).