Chocolates Valor afronta el cierre del año con optimismo moderado tras dos ejercicios marcados por la volatilidad del precio del cacao y una inflación sin precedentes. La marca alicantina confía en mantener el volumen de ventas y destaca la fortaleza del consumo de chocolate en un contexto de búsqueda de promociones y compra inteligente.
A las puertas de la campaña navideña, la compañía observa una implantación temprana de sus productos en los lineales, pero también un contexto todavía complejo, condicionado por las altas temperaturas y por una demanda cada vez más racional y sensible al precio. “El ánimo es bueno, pero no hay que vender la piel del oso antes de cazarlo”, resumió Valeriano López Adrover, CEO de Chocolates Valor, subrayando que el grueso del consumo navideño se concentra tradicionalmente en la segunda quincena de noviembre y en diciembre.
El consumidor llega a esta campaña con un perfil claramente más analítico y comparador. Tras dos años de fuerte inflación, la tendencia hacia la compra inteligente —basada en la búsqueda de promociones, la comparación de precios y la elección de establecimientos más económicos— se ha consolidado. “Es una consecuencia directa del ciclo inflacionario de los últimos años”, reconoce López Adrover, que observa cómo esta nueva mentalidad de consumo afecta a todo el sector de los productos de impulso y confitería.
A este contexto se suma un factor estacional inusual: el clima cálido. “Estamos a 22 de octubre con más de 26 grados en la calle, lo cual no invita al consumo de productos navideños”, apuntan desde la firma. No obstante, la compañía confía en que las temperaturas se normalicen y que la segunda mitad del cuarto trimestre recupere el ritmo habitual de la campaña.
El cacao, en máximos históricos
Pero, si hay un elemento que ha marcado el año para el sector, ese ha sido el precio del cacao, que ha alcanzado cotas nunca vistas. “Desde enero de 2024 hemos vivido una crisis de oferta sin precedentes. El cacao ha pasado de cotizar entre 1.800 y 2.400 libras por tonelada a tocar los 11.000, un incremento de más del 400%”, detallan desde la compañía.
Aunque el mercado ha corregido parcialmente, estabilizándose en torno a las 5.000 libras por tonelada, los efectos sobre la estructura de costes son aún palpables. “Las industrias hemos tratado de repercutir lo mínimo posible al consumidor, buscando eficiencias internas y compensando con otros ingredientes. En los dos últimos años, los precios al consumidor se han duplicado, mientras que los costes de materia prima se multiplicaron por cuatro.”
A pesar de ello, el consumo se ha mostrado sorprendentemente resistente. Según el directivo, las ventas en volumen solo han caído entre un 6% y un 8% dependiendo de la categoría, lo que confirma la inelasticidad del chocolate frente a las subidas de precios. “El consumidor no renuncia al chocolate; simplemente ajusta su compra, busca promociones o recurre puntualmente a la marca de distribución.”
La compañía asegura que no prevé nuevas subidas de precios a corto plazo, aunque tampoco bajadas significativas. “La materia prima más cara de la historia sigue presente en los inventarios actuales. Las posibles reducciones tardarán meses en trasladarse al consumidor”, explican.
El mercado del cacao ha empezado a mostrar signos de normalización gracias a una menor especulación, una ligera mejora de las cosechas y una moderación del consumo global, pero los efectos sobre los márgenes del sector aún se harán notar durante buena parte de 2025. “En ningún caso habrá bajadas de precios estas Navidades, porque ahora mismo trabajamos con el cacao más caro que ha tenido la industria.”
Crecimiento sostenido y previsión estable para 2025
En el ejercicio anterior, Chocolates Valor creció un 17% en facturación, impulsado tanto por el efecto precio como por un ligero aumento en volumen. “Crecimos en ambas variables, aunque la subida de precios tuvo un peso mayor”, reconoce el CEO. Para el ejercicio en curso, que en la compañía abarca de julio a junio, la previsión es mantener el volumen y estabilizar precios. La última subida significativa se aplicó en enero de 2024, por lo que el impacto se notará en los primeros seis meses del nuevo ejercicio. “En la segunda mitad del año ya no habrá efecto precio, solo volumen. Esperamos cerrar el ejercicio con estabilidad y sin caídas relevantes.”
El impacto de la inflación también ha reforzado el papel de la marca de distribución, que ha ganado cuota en prácticamente todas las categorías del gran consumo, incluido el cacao. “Es un comportamiento lógico: cuando suben los precios, el consumidor busca alternativas más asequibles”, explica la compañía.
López Adrover recuerda que, tras la compra hace cuatro años de una compañía portuguesa con presencia en el mercado de marca blanca, ya participa en ese segmento de forma selectiva. “Desde Portugal trabajamos con retailers nacionales e internacionales. Eso nos permite diversificar y estar presentes también en el negocio de la marca de distribuidor, sin perder el enfoque en nuestras marcas líderes.”
Con los lineales ya abastecidos y el consumo navideño a punto de activarse, Chocolates Valor encara el cierre del año con prudencia, pero también con confianza. “Hay buenas sensaciones y una implantación temprana, pero la campaña es larga y dependerá mucho de cómo evolucione el clima y la respuesta del consumidor.”