Central Lechera Asturiana mantiene su compromiso con el cuidado del medioambiente también a través de sus envases, por eso acaba de lanzar su nuevo brik neutro en carbono certificado por AENOR, tras poner en el mercado a finales del año pasado la primera botella cero emisiones netas.
Para conseguir esta certificación, se ha procedido a calcular la huella de carbono incorporando todos sus elementos (primario, secundario y terciario), desde la extracción de las materias primas hasta que el producto abandona las factorías, o también llamado alcance de “cuna a puerta”, siguiendo las directrices el GHG Protocol.
Además, y para cumplir el objetivo de la compañía de alcanzar la neutralidad en carbono, las emisiones que la tecnología actual no permite reducir se han compensado invirtiendo en proyectos que impulsan energías renovables para ayudar a disminuir las emisiones en países en desarrollo.
Reducción de Huella de Carbono
Paralelamente, se ha trabajado con los proveedores implantando una serie de medidas para reducir la huella de carbono de los envases e incorporando tecnologías más eficientes y materiales más sostenibles en nuestros productos y procesos.
Todos los films de las agrupaciones cuentan con un 50% de plástico de origen reciclado. También los briks de leche introducen plásticos de origen renovable, ya que tanto el tapón como las capas internas que aseguran su conservación, son elaborados a partir de caña de azúcar. El uso de estos materiales supone una reducción del 18% de la huella de carbono, frente al uso de materiales de origen fósil.
También el 100% del cartón de los briks procede de fuentes sostenibles y están acreditados por FSC, lo que implica que proceden de bosques sostenibles, gestionados para garantizar la biodiversidad, la rentabilidad y el bienestar de las comunidades locales implicadas en su producción y mantenimiento.