Cada año se desperdician 1.300 millones de toneladas de comida, lo que supone 41 toneladas por segundo, aproximadamente un tercio de los alimentos destinados al consumo humano. De ellas, el 52% procede de países desarrollados y el 48% de países en vías de desarrollo. En el reparto por habitante, el desperdicio anual es de entre 95 y 115 kilogramos.
Este desperdicio supone una pérdida valorada en 677,5 millones de euros al año, a lo que hay que sumar el impacto medioambiental de la destrucción, que representa un gasto energético de más de 89.425 millones de euros
Además, durante los últimos 40 años se ha duplicado la cifra de alimentos desperdiciados. Esto supone una pérdida anual de unos 681.000 millones de euros. A este impacto económico hay que sumarle las consecuencias para el medio ambiente.
Estas pérdidas pueden venir de las distintas etapas del proceso que siguen los alimentos desde que se producen hasta que se consumen: producción, post cosecha, procesamiento y distribución. Sin embargo, el desperdicio también se produce una vez los alimentos llegan a las tiendas y a los hogares. En Europa, los consumidores contribuyen al 53% del desperdicio alimentario.
Así lo ha destacado Bonduelle, compañía que apuesta cada vez más por políticas que cumplen con un doble compromiso: ofrecer a las personas soluciones vegetales saludables, deliciosas y de máxima calidad; y cuidar el planeta a través de técnicas de agricultura sostenibles que respeten al máximo la tierra.
Fruto de este doble compromiso, en 2004 surgió la Fundación Louis Bonduelle, con la misión de promover una evolución de los hábitos alimentarios, entre los que se sitúa la reducción del desperdicio alimenticio. Con el objetivo de dar visibilidad a este problema, la Fundación Louis Bonduelle ha creado el libro electrónico “Cómo evitar el desperdicio alimentario”, que incluye una guía práctica con consejos para conseguir un estilo de vida con un desperdicio cero de alimentos. Por ejemplo, recomienda aprovechar la fruta madura, comprar a granel, aprovechar las sobras, no tirar los yogures recién caducados o cocinar con recetas.
”Desde su origen a mediados del siglo XIX, Bonduelle ha tenido en su ADN la preocupación por la alimentación de los consumidores y por ello ofrecemos soluciones vegetales deliciosas, innovadoras y de primera calidad”, afirma Jorge Alonso Director de Marketing de Bonduelle Iberia, quien añade que “además, tenemos un compromiso social y a través de la Fundación Louis Bonduelle, queremos ayudar a la evolución positiva de los hábitos alimenticios. Con este ebook sobre el desperdicio alimentario, esperamos ayudar a los consumidores a realizar pequeños gestos que supongan un gran cambio a nivel global”.