La marca británica de ginebra premium Brockmans lanza Orange Kiss y Agave Cut, dos nuevas y exóticas referencias para completar una gama de irreverente personalidad, pero siempre responsable y sostenible.
De hecho, el lanzamiento coincide con un rediseño del packaging, con el que se ha logrado la botella más ligera del segmento y completamente reciclable, que además presenta un aire más actual gracias a su estilo rockero y provocativo que mantiene intacta la esencia de Brockmans, una ginebra «properly improper» que desafía las convenciones en su búsqueda de la excelencia.
Y lo es desde su nacimiento, cuando su fundador Neil Everitt se atrevió a añadir en el alambique ingredientes tan poco comunes como son las frutas del bosque oscuras, como moras, grosellas o arándanos azules cosechados en el norte de Europa, alejándose así del clásico estilo London Dry. ¿El resultado? Brockmans Intensely Smooth, una ginebra suave y clara, pero compleja y tremendamente aromática, que ha logrado numerosos e importantes reconocimientos en sus casi dos décadas de vida.
A esta primera referencia se suman ahora dos nuevos y originales productos, nacidos en respuesta a la demanda de una nueva generación de consumidores Millennials que han redescubierto la ginebra, siempre buscando nuevos sabores. El primero, Brockmans Orange Kiss está elaborada con la excepcional base de ginebra de la marca y un Triple Sec propio con naranjas valencianas y brasileñas, para garantizar un perfil de sabor a naranja verdaderamente auténtico. El resultado es una refrescante ginebra de sabor cítrico más profundo, audaz y con dulzura, que representa una puesta de sol en la copa, por esas notas cálidas, ricas y vibrantes que evocan un excepcional atardecer mediterráneo. Por eso es perfecta para degustar sola, o dando vida a un cóctel como el Orange Kiss Spritz, con zumo de pomelo, vino espumoso, tónica Premium y vermut rojo, el formato elegido por la marca como su perfect serve.
Completa la gama la nueva Brockmans Agave Cut, que revoluciona la industria con una innovación verdaderamente disruptiva, al fusionar la ginebra con el espirituoso de agave (tequila), las dos categorías de destilados más dinámicas, y las favoritas de su audiencia. La idea surgió en una conocida coctelería de Nueva York, cuando un atrevido mixólogo sorprendió con el encaje perfecto de esta mezcla a parte del equipo de Brockmans. ¿El reto? Conseguir el mejor destilado de agave de Jalisco para encontrar el equilibrio ideal con la ginebra de la casa, y crear con ambos una bebida única y cautivadora, a la que el pomelo rosa le da el toque final. Otro verdadero ejemplo properly improper que la casa recomienda disfrutar con jugo de lima, jugo de pomelo rosado, soda y jarabe de agave.