La menor demanda de sandía este año se suma a la granizada del pasado 31 de julio, que dejó dos de los 11 millones de kilogramos previstos sin recoger y dejan pérdidas para el sector que ascienden a 4,4 millones tanto en cítricos como en hortalizas. Los bajos precios también han sido un lastre en esta pasada campaña.
Según el balance hecho por Benihort, nueve millones de kilogramos son los que finalmente comercializó en su campaña de sandía de este año, aunque por el número de plantas cultivadas, las previsiones apuntaban a 11 millones como en la temporada 2020. La responsable fue la granizada registrada en julio en diferentes zonas agrícolas de Benicarló y de la comarca del Baix Maestrat.
Además, “la venta se resintió porque el mercado nacional no consumió lo que suele consumir, debido a las circunstancias sanitarias que estamos viviendo y a las temperaturas que tampoco han acompañado. Lo mismo ha ocurrido en la exportación, el clima atípico en países como Alemania, Polonia o Francia también redujo la demanda, ya que el cliente asocia el consumo de esta fruta al calor estival”, describe el responsable comercial de Benihort Hortalizas, Carlos Miravet.
A pesar de haber vivido una campaña hortícola de invierno que tampoco dio muchas alegrías, la cooperativa tiene puesta la ilusión en la nueva temporada otoño-invierno que iniciarán el 1 de octubre que llevará al almacén de hortalizas las primeras alcachofas híbridas y la variedad blanca de Tudela con denominación de origen protegida.