El coste del espacio para almacenamiento logístico prime, que incluye alquiler, servicios e impuestos, ha aumentado de media en el mundo un 10,1% interanual hasta junio, superando el aumento récord del 8% registrado en el mismo periodo de 2022. Así lo refleja el índice Global Warehousing Costs elaborado por Savills dentro de su programa de análisis global Impacts.
Londres sigue siendo la región más cara del mundo para almacenar mercancías, con 448,66 dólares por metro cuadrado al año y varias regiones en las islas británicas se mantienen en el top 10. En Barcelona, la segunda región más cara en el continente europeo por detrás de París y ligeramente por encima de Berlín, el espacio logístico en zona prime cuesta 124,7 dólares por metro cuadrado al año, mientras que en Madrid se sitúa en algo más de 89 dólares anuales.
Según el informe, las ubicaciones donde más ha subido el coste inmobiliario del espacio para almacenamiento se caracterizan normalmente por unos fundamentales de mercado sólidos, que incluyen limitaciones de suelo y bajas tasas de disponibilidad. No obstante, en algunas de estas geografías en las que la disponibilidad ya no está en sus mínimos históricos, se está manteniendo el crecimiento de los alquileres.
Savills señala sin embargo que el ritmo de incremento de los costes se ha ralentizado durante el primer semestre de 2023, con un aumento del 4,4%, frente al 5,4% en el mismo periodo de 2022. En cualquier caso, el crecimiento de las rentas prime ha superado a la inflación con un aumento del 11,8% anual por la combinación de factores como la deslocalización, el crecimiento del e-commerce y las necesidades de los inquilinos del sector industrial, que demandan espacios mejor ubicados y más eficientes.
Si bien el ritmo de aumento del coste inmobiliario puede estar desacelerando, la consultora inmobiliaria internacional estima que este coste de almacenamiento más alto ha llegado para quedarse. Incluso en las ubicaciones más baratas actualmente el crecimiento demográfico y las tendencias estructurales impulsarán a largo plazo la demanda de bienes y servicios y, con ello, las necesidades de más espacio logístico. La consultora estima que esta tendencia se aplica no sólo a las economías en desarrollo, sino también a los puntos críticos de crecimiento de las economías desarrolladas, aumentando el interés de los operadores por espacio de almacenamiento mejor ubicado y más eficiente, lo que apuntala la demanda de almacenes de primera calidad y, a su vez, el crecimiento futuro de las rentas.
Además del coste inmobiliario, Savills explica que los operadores también deben tener en cuenta los costes laborales (que suelen representar un mayor porcentaje de su gasto total), así como los costes de electricidad y gasolina asociados a la operativa en los edificios y las grandes flotas de vehículos. El coste laboral ha aumentado un 7,4% en el último año en los 52 mercados analizados, y mientras el precio de la gasolina está bajando, la electricidad sigue subiendo, lo que subraya la importancia de espacios para almacenamiento más eficientes o incluso autosuficientes energéticamente.