Arla Foods ha facturado 5.400 millones de euros en la primera mitad del año, lo que supone un incremento del 2,8% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, cuando la cifra ascendió a 5.200 millones, impulsados principalmente por mayores volúmenes de ventas de marca en el comercio minorista en todos los mercados.
Así lo ha señalado la compañía en un comunicado en el que destaca que aumentó la rentabilidad y logró una participación en las ganancias netas del 3% de los ingresos, frente al 2,3% en la primera mitad de 2019.
“La pandemia de Covid-19 definió la primera mitad de 2020 y mostró la necesidad de sistemas alimentarios seguros cuando los países tuvieron que cerrar. Arla actuó rápidamente para salvaguardar a su gente, operaciones y finanzas en todo el mundo y, al estar bien posicionada tanto geográficamente como en todas las categorías, Arla utilizó la agilidad de la compañía para mantener el negocio funcionando con éxito a pesar de los desafíos de la cadena de suministro y la logística global”, ha explicado la firma.
De este modo, a pesar de las difíciles circunstancias del mercado mundial, durante el primer semestre de 2020, el precio de la leche para los agricultores se mantuvo estable a un nivel competitivo. El precio de rendimiento de la cooperativa, que mide el valor que crea Arla por kilogramo de leche del propietario, fue de 37 céntimos de euro en comparación con los 36,1 céntimos de euros del primer semestre de 2019.
“Hemos tenido que navegar por niveles muy altos de volatilidad en la industria láctea global, viendo que los precios de las materias primas cayeron significativamente y las monedas se vieron severamente afectadas a nivel mundial. Debido a nuestra posición tanto geográfica como en todas las categorías, hemos obtenido resultados financieros muy sólidos, hemos aumentado nuestra rentabilidad y hemos asegurado ahorros continuos a través del calcio. Pero la situación sigue siendo muy volátil y debemos seguir estando atentos para asegurar la continuidad de nuestro negocio”, ha señalado el CFO de Arla Torben Dahl Nyholm.
La compañía explica que los consumidores recurrieron a productos lácteos domésticos de confianza a medida que aumentaba la cocina y el consumo en el hogar, lo que compensaba con creces las ventas perdidas de horeca y los precios más bajos de los productos básicos. Así, el volumen general de ventas de marcas estratégicas aumentó un 10,4%, una cifra sin precedentes. Las marcas globales Lurpak y Puck crecieron un 17,7% y 16,7% respectivamente. La marca Arla, por su parte, se vio afectada por la caída en el canal horeca, pero aún así logró un crecimiento en volumen del 3,3%. Las bebidas a base de leche (MBB) de Arla obtuvieron un crecimiento de volumen del 13,1%, impulsado principalmente por Starbucks.
De cara al resto del año, Arla Foods ha señalado que espera que la incertidumbre en torno a la duración e intensidad de los impactos económicos y de mercado causados por la pandemia Covid-19 continúe durante la segunda mitad de 2020.
“A corto plazo, estamos viendo dos riesgos muy severos e impredecibles para la segunda mitad de 2020. Uno es la pandemia del covid-19 que continúa requiriendo que estemos en modo de crisis junto con las posibles consecuencias adversas que rodean las negociaciones del Brexit. A largo plazo, necesitamos que la empresa esté lista para navegar con éxito a través de la recesión global esperada. Por lo tanto, debemos seguir siendo resistentes y ágiles para garantizar que Arla siga siendo tan sólida y competitiva como lo es hoy», ha señalado el CEO de la compañía, Peder Tuborgh.
No obstante, Arla aún espera cumplir sus expectativas para todo el año con una perspectiva de ingresos para 2020 de entre 10.400 y 10.800 millones de euros.