Acompartir, el banco de productos que recupera artículos nuevos invendidos de primera necesidad para destinarlos a personas necesitadas, ha gestionado desde su creación, hace ya nueve años, la donación de 24 millones de productos no alimenticios procedentes de los excedentes invendidos de 160 empresas adheridas a su red. Estos artículos se han destinado a un millón de personas en riesgo de exclusión social a través de 450 entidades sin ánimo de lucro.
Creado como como una entidad sin ánimo de lucro, su misión principal es rescatar productos nuevos invendidos que les ceden las empresas y que proceden de sus excedentes, fin de stocks, devoluciones, etcétera, para donarlos a colectivos en riesgos de exclusión social. Se trata de artículos de higiene, de limpieza, material escolar, ropa, menaje del hogar, juguetes, electrodomésticos, etc.
Acompartir recibe el material donado por empresas, lo publicitan en la web y las ONG registradas (450 en la actualidad) adquieren lo que necesiten para distribuirlo entre los colectivos a los que asisten. Además de atender a personas en riesgo de exclusión social, este banco de productos contribuye a reducir los desechos, ya que durante este tiempo ha logrado evitar la emisión de hasta 750 toneladas de CO2 a la atmósfera, el equivalente a plantar 2.714 árboles.
“Normalmente son artículos nuevos que, o bien no han llegado a venderse por diversos motivos, o bien las empresas quieren sacarlos del mercado por estrategia comercial”, reconoce Leticia López-Cotelo, fundadora de Acompartir.
Hasta hace unas semanas, uno de los principales escollos que frenaba la cesión de productos por parte de empresas a las ONG era el IVA, que gravaba estas donaciones con el 21%. La reciente aprobación de la Ley de Residuos y Suelos Contaminados elimina este gravamen, “lo cual, esperamos, que sea un aliciente para las compañías, ya que a partir de ahora donar será mucho más barato que destruir”, reconoce López-Cotelo.
La eliminación del IVA aplicado a las donaciones a entidades sin ánimo de lucro sitúa a España en la misma línea de otros países de la UE como Bélgica, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Italia o Polonia, y “supone no solo avanzar en la lucha contra la pobreza sino, también, en la reducción de residuos y contaminación”, concluye.