La proteína está viviendo su momento. Desde snacks hasta bebidas y cereales enriquecidos, los estantes de los supermercados están cada vez más llenos de productos que destacan su contenido proteico. Este auge refleja un cambio en las prioridades del consumidor: la proteína se ha convertido en un factor clave en las decisiones de compra, tanto para deportistas o entusiastas del fitness, como para el consumidor cotidiano.
Durante décadas, las proteínas animales han dominado el mercado. Aunque siguen teniendo una posición fuerte, las alternativas vegetales están ganando terreno debido a una creciente conciencia sobre la sostenibilidad y la salud. De hecho, seis de cada 10 consumidores a nivel mundial muestran interés en fuentes de proteína de origen vegetal1.
Entre las estrellas emergentes en este ámbito se encuentra el haba (faba bean), una legumbre cultivada desde hace más de 10.000 años que hoy resurge como una verdadera heroína nutricional. Pero, ¿puede realmente igualar la calidad nutricional de sus homólogas de origen animal?
Las habas son naturalmente ricas en proteínas, ofreciendo uno de los contenidos más altos entre las legumbres. También son una excelente fuente de fibra dietética, carbohidratos complejos y minerales esenciales como hierro, selenio y zinc.
Su perfil equilibrado de aminoácidos las convierte en una fuente proteica valiosa por sí sola. Combinadas con proteínas de cereales como el trigo o el arroz, pueden ofrecer un perfil completo de aminoácidos, ideal para una nutrición vegetal integral. Así, aunque las proteínas animales suelen considerarse el estándar de oro, las habas representan una alternativa viable, especialmente cuando se combinan con otras fuentes. Ofrecen alta densidad proteica, buena digestibilidad y una amplia gama de nutrientes esenciales.
Limpias, funcionales y sostenibles
En la primavera de 2025, BENEO inauguró su planta de procesamiento de legumbres de última generación, dedicada a liberar todo el potencial de las habas. Mediante un proceso suave, sin agua y energéticamente eficiente, las habas se transforman en una gama de ingredientes de alta calidad, conservando sus propiedades naturales.
- Concentrado de proteína de haba: con al menos 60 % de proteína en base seca, ideal para la fortificación proteica o como sustituto del huevo en aplicaciones de panadería.
- Harinas de haba: adecuadas para productos sin gluten, ofrecen excelentes propiedades espesantes y aglutinantes, y son naturalmente ricas en proteína (hasta un 30 %). Por ello, pueden aumentar el contenido proteico en productos de panadería y, por ejemplo, en pastas.
Las habas no solo nutren a las personas, sino que también benefician al medio ambiente. Su cultivo favorece una agricultura sostenible, mejora la salud del suelo y reduce la necesidad de fertilizantes sintéticos gracias a su capacidad natural de fijar nitrógeno.
A
medida que los consumidores buscan cada vez más opciones alimentarias nutritivas, éticas y respetuosas con el medio ambiente, las habas destacan como una elección inteligente y orientada al futuro.
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