La coincidencia en el tiempo de la Cuaresma y el Ramadán hará que estas semanas se multiplique por diez el consumo de miel, según un estudio de la empresa sevillana Miel Doray, referente del sector a nivel nacional.
En primer lugar, por la Cuaresma, un tiempo litúrgico que para los cristianos está marcado por la conversión y la penitencia, explica la compañía, que señala que “este es precisamente el origen de la tradición de comer torrijas en Cuaresma, ya que el ayuno y, sobre todo, la abstinencia de comer carne que recomendaban las autoridades litúrgicas, hizo agudizar el ingenio a la población de la época que buscaba preparaciones sabrosas y contundentes sin ofender su fe”.
Aunque ya hay referencias a elaboraciones similares en la obra del gastrónomo romano Apicio en el siglo IV, la torrija como la conocemos actualmente se populariza en el país en torno al siglo XV, con ligeras variaciones respecto al uso de huevo, leche y vino para empapar previamente el pan antes de freírlo. Pero el ingrediente que aparece invariable en todas las recetas es la miel.
Esta costumbre es la que marca que, en apenas un par de meses, se acumulen un tercio de las ventas anuales de Miel Doray en Andalucía occidental, una de las marcas más representativas del sector en España, con sede en la localidad sevillana de Espartinas y que utiliza exclusivamente miel cosechada por apicultores andaluces. Respecto a la media de consumo mensual del resto del año se prevé que durante los meses de marzo y abril las ventas se multipliquen por 10, circunstancia que este año se va a ver acrecentada por la coincidencia con el Ramadán.
Esta tradición musulmana, que comenzó este lunes y permanecerá hasta el 9 de abril, hace que aumente el consumo de dulces y alimentos con gran valor energético, que se ve motivado por el ayuno diurno que seguirán los más de dos millones de musulmanes que viven en España. Con el ocaso, las mesas de los seguidores del Corán se ven repletas de viandas para compensar las más de 15 horas que transcurren sin ingerir ningún tipo de alimento. La mayor parte de elaboraciones incorporan la miel, ya que, además de aportar energía en forma de glucosa y fructosa y múltiples minerales y vitaminas, este dulce alimento proporciona un aumento gradual de los niveles de azúcar en sangre y ayuda por tanto a soportar mejor el hambre durante la siguiente jornada.