Promarca ha denunciado que la normativa de comercialización y etiquetado de determinadas bebidas espirituosas (licores y cremas) sigue sin cumplirse en amplios sectores de la hostelería y se une a Espirituosos de España y a la Asociación para la Defensa de la Marca (Andema) en su petición a las Administraciones para que lleven a cabo una mayor concienciación y un control de su cumplimiento.
La entidad recuerda que el artículo 10 (“Requisitos de comercialización») del Real Decreto 164/2014, de 14 de marzo, exige que determinadas bebidas espirituosas como licores y cremas sean comercializados debidamente envasados y etiquetados, quedando expresamente prohibido su trasvase o rellenado y estableciendo normas complementarias para la producción, designación, presentación y etiquetado de determinadas bebidas espirituosas, disponiendo lo siguiente:
Los productos regulados por este real decreto y por el Reglamento (CE) n.º 110/2008, de 15 de enero, se presentarán y comercializarán siempre debidamente envasados y etiquetados, quedando expresamente prohibido el trasvase o rellenado en los establecimientos de venta, mayoristas, detallistas, cafeterías, bares, tabernas, restaurantes u otros establecimientos de consumo colectivo. En los establecimientos de distribución las etiquetas y precintas permanecerán adheridas a los envases y se dispondrá de los documentos legales que justifiquen las existencias de aquellos productos.
Esta normativa, similar a la existente en el ámbito de la comercialización del aceite de oliva, persigue proteger los derechos del consumidor, proporcionándole una garantía de saber qué es lo que está consumiendo, mostrando de forma clara y directa la información relativa al producto. Esta protección de los derechos del consumidor motivó en su día la desaparición de las jarras/botellas de aceite rellenables y sin etiqueta de todos los locales hosteleros, con el objetivo de preservar la trazabilidad del sector del aceite de oliva, algo que no ocurre hoy en día en el sector de las bebidas espirituosas.
Una encuesta realizada en su día por Espirituosos de España indicó que el 80% de los consumidores reconoce que les ofrecen licores servidos en frascas sin etiquetar cuando le obsequian con un licor, y que el 67% desconoce la existencia de una normativa que prohíbe el trasvase y rellenado de bebidas espirituosas.
Según Promarca, en la actualidad el incumplimiento de la normativa sigue siendo generalizado, vulnerando así el derecho de los consumidores a saber qué están tomando y a conocer las características y la información del producto que habitualmente aparece en la etiqueta. “Y es que, las garrafas de este tipo de bebidas que se utilizan para rellenar las frascas en las que se sirve posteriormente el licor en la mesa, representan el 20% de las ventas de licores, y se concentran principalmente en la hostelería (91%), lo que evidencia la finalidad de rellenar frascas para dar una falsa imagen de producto artesanal. El envase de tres litros es el que más peso tiene dentro del gran formato de la hostelería, y supone aproximadamente 26 millones en ventas de licores de gran formato”, explica.
Por todo ello, desde Promarca se hace un llamamiento a todos los operadores implicados (Administraciones, hostelería y consumidores) para colaborar conjuntamente en la concienciación y sensibilización sobre esta norma esencial para proteger a los consumidores y garantizar su cumplimiento.
Según Ignacio Larracoechea, presidente de Promarca, “en la industria de la hostelería y restauración se ha detectado el uso de frascas para servir licores y cremas sin el envasado ni etiquetado requerido por ley. Esta práctica vulnera el derecho de información de los consumidores y representa un riesgo para su salud. Es necesario tomar medidas entre todos los implicados (Administraciones, hosteleros y consumidores) para cumplir la Ley, tal y como se logró en el ámbito de los envases de aceite gracias al Real Decreto 895/2013, que entró en vigor el 1 de enero de 2014 y defendió los derechos del consumidor proporcionándole una garantía de saber qué es lo que está consumiendo y su trazabilidad”.