El 33% de los españoles ya ha usado el BNPL o pago aplazado en los últimos años, según el informe “Presente y futuro de los medios de pago” de Oney, que revela que, además, un 18% adicional reconoce la posibilidad de usarlo y se muestra favorable a ello. A su vez, el 60% de los encuestados que se plantea la financiación para sus compras ha afirmado que considera el BNPL (Buy Now, Pay Later) como la mejor opción para fraccionar sus pagos.
El ecommerce es el entorno donde mayor aceptación está teniendo el BNPL, según se desprende del trabajo elaborado por Oney. El 52% de los encuestados ha realizado sus compras aplazadas a través de Internet, frente a un 34% que solo ha utilizado el BNPL en tienda física y el 14% que lo ha usado en ambos canales. En cuanto al tipo de productos para los que se ha empleado el pago aplazado, el 41% de los entrevistados ha recurrido a él para la compra de artículos del hogar, el 37% para tecnología y el 31% para viajar.
El informe revela también que está previsto que el pago aplazado crezca a unas tasas del 25% en los próximos años, hasta pasar de representar una cuota de mercado del 2% actual al 3,5% en 2025.
Además, el documento desarrollado por Oney refleja la importancia que tiene la inflación en las decisiones de compra y cómo los medios de pago pueden ser una herramienta para mejorar la organización financiera de la población. Así lo reconoce el 80% de los encuestados, que ha afirmado que las próximas decisiones de pago para las compras navideñas estarán influidas por la inflación.
“El BNPL facilita el consumo al hacer más alcanzables ciertas compras y permitiendo equilibrar la economía personal de los consumidores. Al igual que el crédito es vital para el desarrollo de las economías, las facilidades de pago lo son para el consumo. Por tanto, aumentan la capacidad de consumo, con enorme protagonismo del segmento más joven”, señala Alexandre Lima, Chief Marketing & Data Officer en Oney España.
Principales tendencias promovidas por las nuevas generaciones
El libro blanco destaca que, a medida que los jóvenes tengan más poder adquisitivo, se irán adaptando otros métodos de pago. En este sentido, se espera que, en el corto plazo, el pago con el móvil (o tap to pay), que actualmente tiene una penetración del 21,3%, continúe siendo de los métodos más relevantes.
Según la investigación de Oney, las nuevas generaciones ya no manejan efectivo, pero tienen gran interés por las criptomonedas y los tokens. Además, destacan que la tarjeta de crédito les parece algo arcaico y que dentro de poco lo será también tener que guardar contraseñas.
De esta manera, se espera que continúen llegando nuevas tendencias a los medios de pago, sin olvidar que algunas de las ya instauradas tienen un enorme potencial de crecimiento. El móvil, la integración de PSPs (Payments Service Provider), los pagos instantáneos o la globalización de los negocios, están ya en el día a día de los consumidores y seguirán creciendo.