El presidente de Anged, patronal de empresas del gran consumo, Alfonso Merry del Val, ha demandado este jueves a los responsables públicos “tener una mayor sensibilidad con la dura situación que afrontan los empresarios”.
En la clausura de la Asamblea Anual de la entidad, en la que fue reelegido presidente, Merry del Val ha insistido en que “el objetivo prioritario de la política económica debería girar en torno a las reformas estructurales que ayuden a mejorar nuestra competitividad, porque es la única vía para crear más inversión, riqueza y empleo”.
Para el presidente de Anged, “la inflación es el peor enemigo de la sociedad, porque depreda los márgenes empresariales y recorta la renta de los hogares”. Sin embargo, “en medio de una crisis energética, algunas políticas de las Administraciones están acelerando la espiral de costes”, ha señalado.
En concreto, en el último año las Administraciones han impulsado 32 nuevas normas y cargas regulatorias para el Comercio que encarecen sus costes: más impuestos y cotizaciones, nuevas obligaciones para el ejercicio de su actividad e importantes requerimientos de inversión para adaptar su negocio en cuestiones como etiquetados, puntos de recarga, economía circular, plásticos, residuos o transición energética. “La fragmentación entre comunidades y la anticipación a las propias directivas europeas agravan el impacto”, ha señalado.
En este contexto, el presidente de Anged ha solicitado medidas para frenar esta espiral de los costes y de la energía. Entre otras, ha pedido para la distribución un marco similar al de la Industria electrointensiva, para acceder en mejores condiciones a la energía. También evitar nuevos impuestos a las empresas, en particular los que “encarecen la producción del bienes básicos”, y aliviar la fiscalidad de las familias, con medidas como la deflactación del IRPF o rebajas puntuales del IVA.
Asimismo, ha propuesto una “profunda revisión de normas vigentes y previstas que representen un incremento de los costes empresariales”. Merry del Val ha considerado que se deben crear incentivos a la modernización de las empresas, frente a enfoques sancionadores, e impulsar la flexibilidad imprescindible para adaptar los modelos de negocio a una coyuntura muy difícil.
Por su parte, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, que ha participado también en el acto, ha calificado de «increíble» que en un país de libre mercado se hable de topar los precios. «Si se os ocurre hablar de precios en el comité, sabéis que tenéis a la policía en la puerta, y eso se llama cárcel», ha señalado.
Garamendi ha recordado que los empresarios son la solución. «Siempre lo hemos sido, no somos el problema y quiero dejarlo muy claro”. Por ello ha querido poner en valor a la distribución española en estos complicados momentos. «Parece que nos olvidamos de lo que hicísteis durante el Covid, gracias a vosotros, los españoles no nos dimos cuenta de que el país estaba parado», ha recordado.
Respecto a la situación actual que vive el país, Garamendi ha destacado que la «realidad es que vienen curvas» y ha señalado que el problema real de España es el déficit.