El pan es uno de los alimentos más presentes en las comidas de los españoles, aunque no siempre es muy valorado. A los españoles les suele gustar el pan blanco, con corteza crujiente y miga esponjosa Sin embargo, las cosas cambian y los hábitos y gustos en cuanto a este producto también lo han hecho.
“Desde el confinamiento ha habido un cambio de hábitos hacia una alimentación más saludable. La gente es más consciente que nunca que la salud es algo primordial y que somos lo que comemos. Dicho esto, vemos una tendencia al alza a buscar panes alternativos: sin gluten, con harinas alternativas, bajos en carbohidratos, etc”, destaca Ari Grau, co-fundadora de Impossible Bakers, que destaca la gran variedad que existe hoy en día.
Tradicionalmente, el pan se ha usado para acompañar las comidas, para rebañar e incluso como complemento de los cubiertos en platos de cuchara. Hasta ahora se buscaba un pan con poco sabor para no cubrir los sabores del plato que se comía. Sin embargo, la experta incide en que “la apertura al mundo nos ha hecho darnos cuenta que el pan puede tener sabores y texturas distintos, podemos innovar con nuevos ingredientes para conseguir panes bajos en carbohidratos sin tener que renunciar al placer. Ahora podemos elaborar panes con harinas alternativas como la de cáñamo, girasol, whey o incluso la harina de bambú”.
Por otro lado, informa que la población es cada vez más consciente que un pan blanco sin más no le aporta gran cantidad de micronutrientes, por lo que se buscan panes con valor añadido: con masa madre de larga fermentación, con germinados, con semillas, alternativas al cereal como podría ser el trigo sarraceno, la quinoa… y cada día son más las personas que buscan panes proteicos, sin gluten y bajos en carbohidratos.
También resalta que, a nivel de formatos, se opta por panes más pequeños, en formatos individuales o rebanados, para poder dosificar mejor las porciones. “El pan no desaparecerá de nuestras vidas, pero debemos ser hábiles y ágiles a la hora de desarrollar nuevas propuestas para el consumidor que es cada día más exigente con su salud. En conclusión, es un alimento que sigue estando muy presente y cada vez tiene más derivados y posibilidades”, añade.