El gasto con tarjeta aumentó un 39% en marzo respecto al mismo mes del pasado año, mientras que en febrero este incremento interanual fue del 53%, según los datos de BBVA Research, que señala que el avance fue mayor en el canal no presencial (74%) que en el presencial (25%). Asimismo, la desaceleración del crecimiento fue más acusada en las compras presenciales, sobre todo, con tarjetas extranjeras.
La huelga de transportistas moderó el incremento del consumo en la segunda quincena del mes, sobre todo, presencial. A esto se añade el efecto base causado por el inicio de la Semana Santa, que distorsionó la comparación interanual en los últimos días de marzo y los primeros de abril, señala BBVA Research.
De este modo, el crecimiento del gasto perdió impulso en todos los sectores respecto al mes anterior, excepto en el de alimentación. La ralentización del consumo fue mayor en algunos servicios, como alojamiento, restauración, viajes y ocio, y en los bienes que no son de primera necesidad, como deportes, moda y equipamiento del hogar.
El avance del comercio electrónico y la ralentización de la demanda presencial acentuaron la participación de las transacciones no presenciales en la cesta de la compra con tarjeta hasta el 34%, máximo histórico. El peso del gasto con tarjetas extranjeras también creció, pero se mantuvo por debajo de las cifras prepandemia.
En cuanto al tique medio, creció un 7% interanual impulsado por el repunte de la inflación y contribuyó al avance de las compras con tarjeta en marzo. El crecimiento fue mayor en los sectores más expuestos al incremento de precios y con una demanda más inelástica, como transporte, alimentación y grandes superficies, y se desaceleró en actividades recreativas, como alojamiento, ocio y restauración.
El gasto presencial aumentó en todas las provincias el pasado mes, pero menos que en febrero. El incremento fue mayor en los destinos turísticos tradicionales, como los archipiélagos, Alicante y Málaga, y de invierno, como Huesca y Segovia.