La inteligencia artificial (IA) afecta a todos los sectores y el comercio minorista no es una excepción. De hecho, un estudio pone de manifiesto el potencial de ahorro de 340.000 millones de dólares que la inteligencia artificial ofrece a las empresas minoristas.
Asimismo, los analistas han estimado que el gasto anual en IA por parte de los retailers alcanzará los 7.300 millones para 2022, todo porque la IA ofrece nuevas formas de mejorar la experiencia del cliente y optimizar la eficiencia operativa y la productividad. Pero, ¿están las organizaciones minoristas sacando el máximo provecho a esta tecnología?
El estudio, elaborado por el Instituto de Investigación Capgemini Retail preguntó a 400 empresas del sector consumo y retail que implementan casos de uso de inteligencia artificial en diferentes etapas de madurez.
El informe muestra que un 28% de los minoristas está desplegando IA, algo que ha aumentado significativamente con respecto a las cifras de 2017 (17%) y ya supone siete veces el porcentaje de 2016 (4%).
No obstante, alrededor de las tres cuartas partes de los casos de uso en el sector retail están orientados al consumidor y que los retailers, al centrarse en la inteligencia artificial en ventas y marketing, están perdiendo de vista otras áreas, como la cadena de suministro, las adquisiciones y la logística, en las que inteligencia artificial también se puede aplicar para oportunidades fáciles de ganar.
Por otro lado, el informe indica que el 98% de las empresas encuestadas que utilizan la IA en las funciones directas con clientes, espera que el número de reclamaciones de clientes se reduzca en hasta un 15% y el 99% confía en que la IA aumente sus ventas en hasta un 15%.
En lo que respecta a las expectativas, en 2018 las empresas se han vuelto más realistas conforme el potencial verdadero de esta tecnología. Así, un 53% afirma que reúnen las competencias necesarias para implementarla, frente al 78% de 2017.
Además, más de ocho de cada diez aseguraba el pasado año que su ecosistema de datos estaba listo para la implantación de la IA, cifra que ha descendido al 55%. Por último, las organizaciones que afirman tener una hoja de ruta para el despliegue de la IA han pasado del 81% a solo el 36% en un año.