El 56% de los españoles consume café cuando desayuna en casa, frente al 3% que toma té, y lo acompaña de pan o tostadas en un 40% de los casos, frente al 32% que elige bollería y un 22%, cereales.
El café en el desayuno se toma principalmente con leche, ya sea para hacer un corto de café o un largo de café, para un 39% de los españoles en ambos casos. En cambio, sólo un 13% de los españoles prefiere el café solo, un 4% lo quiere cortado y un 5% descafeinado.
En cuanto al pan, casi el 80% de los españoles lo prefiere caliente y crujiente y lo aderezan de múltiples maneras y sabores, especialmente con mermelada (52%), aceite (42%) y mantequilla (36%).
El estudio revela que solo el 30% de los españoles consume productos lácteos a la hora de desayunar, mientras que un 32% desayuna con bollería. Así, según un estudio elaborado por Leo Burnett Iberia, en España prima más el sabor y la textura de los alimentos que se consumen en el desayuno, independientemente del aporte nutricional.
“Es un desayuno más indulgente ya que lo toman porque les gusta el sabor o porque es lo que más gusta a la familia”, explica Iñigo Rivera, director de Planificación Estratégica de Leo Burnett Iberia.
De este modo, el desayuno es la comida más importante del día solo para un 20% de los españoles, para lo cual invierten 13 minutos. Más de dos tercios de los españoles preparan el desayuno en el momento de sentarse a la mesa y lo hacen, en la mayor parte de los casos, en compañía porque es un momento en el que se aprovecha para conversar y ponerse al día con la familia.
El estudio también asegura que más de la mitad de los españoles realizan un tentempié de media mañana, un momento para socializar y evadirse con sus compañeros, como vía de escape. Por ello, tienden más a tomar su tentempié, en bares y restaurantes en vez de en su puesto de trabajo, llegando a alcanzar el 24% a pesar de la crisis.