En la campaña de 2011 de la Denominación de Origen Navarra se han recogido cerca de 72 millones de kilogramos de uva, lo que supone un 16% menos de uva recogida con respecto al mismo periodo del año anterior.
Este descenso se deba a la reducción de las hectáreas de viñedo y a la escasez de precipitaciones durante todo el período vegetativo. Este último hecho ha provocado que los racimos pesasen menos que en otras ocasiones y que los granos presentasen un menor contenido de agua y más azúcares y polifenoles. De esta manera, la concentración de color para los vinos tintos será superior y podrán contener una mayor intensidad aromática, numerosos matices en nariz y complejidad en boca.
El 92% de la uva vendimiada corresponde a las variedades tintas y el resto, a las blancas. En cuanto a la distribución por subzonas, la Ribera Alta ha aportado un 39% de la uva total, la Ribera Baja, un 31%, la Baja Montaña, un 16%, Tierra Estella, un 8% y Valdizarbe, un 8%.
La vendimia ha finalizado prácticamente en toda la denominación aunque todavía quedan algunas parcelas de la variedad Moscatel De Grano Menudo sin recoger con el fin de permitir la sobremaduración de la uva y elaborar con ella vinos dulces de vendimia tardía.
En definitiva, se puede esperar unos vinos de gran calidad que podrían llegar caracterizarse por su excelencia. De los primeros blancos que ya está analizando el Panel Oficial de Cata de Vinos de la Comunidad Foral cabe resaltar su potencial aromático. Dada la gran madurez adquirida, se espera que los vinos rosados muestren una nariz y un color intenso, matizado por tonos violetas y cereza.
En cuanto a los tintos, que en este momento están acabando su proceso de elaboración, destaca sobre todo su alta intensidad colorante por lo que los enólogos tendrán un amplio abanico de posibilidades para dirigir su futuro como vinos jóvenes, crianzas o reservas.