La nueva planta de Nescafé Dolce Gusto en Girona ha recibido la primera Certificación LEED (Liderazgo en Energía y Diseño medioambiental) concedida a un centro de producción en España, que reconoce las edificaciones levantadas con criterios medioambientales. La fábrica cuenta además con la ISO 14001 que reconoce la calidad en materia gestión mediambiental.
Fiel a su compromiso con el medio ambiente, Nestlé ha edificado una fábrica preparada para maximizar el ahorro energético y de agua, minimizando su impacto medioambiental y teniendo en cuenta las interacciones con el entorno incluso durante el periodo de obras, tanto en los métodos de construcción empleados como en la gestión de los residuos que se iban generando.
El diseño de la planta aprovecha su buena orientación natural, alcanzando una óptima eficiencia energética gracias, entre otras cosas, a la utilización de colores, tamaños y posición de ventanas, así como al empleo de las últimas tecnologías en aislamiento térmico a fin de aprovechar al máximo la luz solar.
Asimismo, un depósito con una capacidad de cien mil litros permite recoger el agua de lluvia, que se utiliza para riego y usos sanitarios, y las placas solares colocadas en la cubierta de la nave se emplean para calentar el agua destinada a higiene personal. Se han construido sistemas de conducción para el control de residuos industriales, se han colocado contenedores para el reciclado de plásticos y se ha apostado por el uso total de refrigerantes naturales que protegen la capa de ozono.
Para su funcionamiento, la nueva planta de Nescafé Dolce Gusto se nutre de las dos plantas de cogeneración instaladas en el recinto fabril para producir parte del vapor y la electricidad necesarios para sus procesos.