Los productos hortofrutícolas españoles, y más concretamente los pepinos, han sido descartados por Alemania como los responsables de un brote de la bacteria E. coli que se ha cobrado hasta ahora 16 vidas.
La senadora de sanidad de la ciudad de Hamburgo, Cornelia Prüfer-Storck, que en un principio acusó a los productos españoles como el origen de la epidemia, asegura ahora que dos de las cuatro pruebas que se han llevado a cabo en Hamburgo que vinculaban a pepinos españoles con el brote no han arrojado coincidencias con las muestras encontradas en los pacientes en relación con la bacteria del tipo Ehec-typ 0104, la virulenta cepa del E.coli.
Por su parte, la ministra Rosa Aguilar ha pedido que la UE actúe cuanto antes y reclama celeridad y prontitud a Alemania para conocer el foco de la contaminación, a la salida del Consejo Informal de Ministros de Agricultura de la UE celebrado en Hungría.
Además ha pedido ayudas económicas extraordinarias ante la situación que atraviesa el sector hortofrutícola español.
Los agricultores españoles aseguran que la crisis del pepino se agudiza de forma exponencial conforme avanzan las horas sin resultados claros. “Mientras los técnicos dilucidan sobre donde se contaminaron los pepinos, muchos productores hortícolas españoles están optando por una solución drástica: arrancar los cultivos”, explican fuentes de Asaja.
Con las fronteras de numerosos países de la UE cerradas, los agricultores entienden que no tiene sentido seguir cultivando unos productos que no van a tener salida en el mercado. Al tratarse de productos perecederos, aunque los resultados fuesen favorables hacia España, sería imposible restaurar la confianza en el consumidor y dar salida a los miles de kilos que ya se han acumulado.
Así las cosas, Benjamín Faulí, técnico de Frutas y Hortalizas de Asaja Málaga y Pedro Narro, responsable de la Oficina de ASAJA en Bruselas continúan gestionado “la crisis del pepino” en la capital comunitaria, donde han pedido a la Comisión que se establezcan con urgencia fondos de compensación para nuestros agricultores.
Desde COAG se exige que se depuren responsabilidades, se repare el daño producido en la imagen del sector hortofrutícola español y se indemnice a los agricultores por las graves pérdidas económicas padecidas.
“Solicitamos a la UE que exija al Gobierno alemán la reparación del daño producido en la imagen del sector hortofrutícola español y, finalmente, que se activen las ayudas económicas pertinentes para compensar a los agricultores españoles por las graves pérdidas económicas que en estos momentos están padeciendo”, explican fuentes de COAG.
De la misma forma, Cooperativas Agroalimentarias y CCOO han exigido una postura de Estado ante el Gobierno Alemán y la Comisión Europea con el respaldo de todas las fuerzas políticas, ante esta alarma pública contra el sector hortofrutícola español «de consecuencias imprevisibles si la situación se extiende a otros cultivos de fruta dulce y de hueso que se inician en breve y se concatenan en el tiempo».
Por otro lado, Facua critica que ni los ministerios de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino ni de Sanidad, Política Social e Igualdad se hayan reunido aún con las organizaciones de consumidores para informarles puntualmente sobre la situación. Algo que tampoco ha hecho el Gobierno andaluz, que además las ha dejado fuera de la anunciada comisión permanente de trabajo que integrarán representantes de las consejerías de Agricultura y Salud y del sector hortofrutícola andaluz.